Se reconoce como un porteño de ley, y después de alternar por Retiro, Tribunales y Boedo, Mariano Recalde (43) estableció su domicilio definitivo en Barracas, en un edificio reciclado (MOCA) de lo que era la antigua fábrica de galletitas Bagley. Y ni bien se ingresa al departamento del presidente de Aerolíneas Argentinas, su esencia partidaria se delata de inmediato. Moderno pero austero, el hogar del candidato a Jefe de Gobierno porteño por el FPV refugia las ilusiones de un abogado y empresario que también anhela triunfar en la política. Pero a una semana del escrutinio que decidirá su suerte en la ciudad, Recalde debió asumir la responsabilidad de la compañía que preside en un hecho tan “grave como inesperado, insólito, absolutamente extraño y único en la aviación”, tal cuál lo sucedido la semana pasada con el Xipolitakisgate a bordo de un avión de Austral. Un episodio que sacudió a la opinión pública y que minuto a minuto arroja nuevas secuelas. Y que según el máximo directivo de AA, “hicimos lo que teníamos que hacer”. Medidas de público conocimiento que puntualiza con la claridad de su pasado como abogado: “Reuní a todo el comité directivo de la empresa, evaluamos la situación y no hubo ninguna duda que había que desvincular a los pilotos y hacerles una denuncia penal a ambos y a la pasajera, ya que arriesgaron la seguridad de un vuelo. Además, se le aplicó una suspensión de volar por cinco años a Victoria Xipolitakis (28), una modalidad que no es nueva, ya que hay un manual de procedimientos para sancionar a pasajeros que afectan la operación de los vuelos, tanto en tierra como en el aire. Recuerdo que hace un tiempo se la suspendió por dos años a Andrea Rincón (28), quien agredió a un empleado en el mostrador después de no poder embarcar por llegar tarde”, precisó.
—¿Le sorprendió la actitud de los dos pilotos?
—Si, tanto a mí como a toda la comunidad aeronáutica, ya que en las redes sociales ves a azafatas y tripulantes que no pueden creer lo que pasó. Si cualquier persona que voló sabe del protocolo que hay que respetar en un vuelo, imaginate lo que es dentro de la cabina, un lugar sagrado. Sorprende también por el entrenamiento al que son sometidos los pilotos, a quienes cada seis meses se les renueva la licencia y deben aprobar exámenes ante el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica Espacial.