Tras su paso por Buenos Aires para conocer a Malaika, de dos meses, la primera hija de Zaira Nara y Jakob Von Plessen, volaron hacia Miami para disfrutar de sus ansiadas vacaciones. Wanda Nara aprovechó que Mauro Icardi entró en receso luego de terminar la liga italiana de fútbol, y preparó su arsenal de ropa, valijas y otros objetos de lujo para viajar junto a su debilidad, la dulce Francesa. Sus otros hijos, Valentino, Constantino y Benedicto se quedaron al cuidado de su padre, Maxi López.
La modelo y el delantero del Inter de Milán se hospedaron con su hija en el Acqualina Resort, sobre la 178 de Collins, Sunny Island, uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, con una categoría de cinco diamantes. Cuando llegaron ya tenían reservada la suite presidencial, que cuesta 1500 dólares la noche. En Miami, Nara se encontró con su amiga, la abogada Ana Roselfeld, quien estaba con sus hijas, yernos y nietos, y compartieron algunas salidas en grupo. Hubo tiempo para todo: hicieron compras en el Aventura Mall y el mall de Bal Harbour, y por la noche cenaron en Baires Grill, el exclusivo restó argentino.
Pero el plan más romántico y familiero de Wanda y Mauro fue ir a la playa. La rutina era desayunar a las diez de la mañana y alrededor de las once bajaban a la costa. Nara posó para su amado, quien le tomó varias fotografías cuidando cada detalle de su look. Luego, el futbolista convocado para jugar los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro vistiendo la camiseta de la Selección Argentina, llevó a su hija al mar y jugó con ella a tomarle fotos con su cámara GoPro.
La pareja, tal como es su costumbre, compartió algunas de las imágenes en las redes sociales, provocando toda clase de comentarios sobre la ostentación y el rumor de que la modelo por estos días estrena “nueva nariz y esculpidos dientes”. Sobre el lujo al que son tan proclives, la atención estuvo centrada en las mochilas de la marca francesa Louis Vuitton, que junto con un porta pasaporte haciendo juego que cada integrante de la familia lleva con sus iniciales cada vez que viaja, suma una inversión de 3370 euros. Por su parte, Icardi acaba de estrenar su último “chiche”: un celular de 20 mil euros con pantalla de zafiro y estructura de titanio del exclusivo modelo Signature Touch de Vertu.