Es uno de los apellidos más emblemáticos del polo argentino y mundial, una dinastía que en sus diferentes ramas acaparó títulos y trofeos durante décadas, y cuyo máximo exponente es el legendario Alberto Pedro Heguy (80), diecisiete veces ganador del Abierto Argentino. El y su hermano, el recordado Horacio Antonio Heguy, tuvieron hijos y sobrinos que engrandecieron el nombre y llenaron de copas las vitrinas familiares de Intendente Alvear, sobre todo en los años ‘90 y comienzos de los 2000 con los inolvidables equipos de Indios Chapaleufú. Pero la llama de los primeros planos se fue apagando despaciosamente, y para las últimas resonantes conquistas de un miembro del clan hay que remontarse al 2004, cuando Chapaleufú II se impuso en Palermo con Alberto hijo (54), Ignacio (47) y Eduardo Heguy (55), o al 2008, año en el que “Nachi” conquistó el US Open con el equipo Crab Orchard.
Claro que los genes y el linaje no se perdieron, y fue ahora un nieto de Alberto Pedro el que volvió a inscribir el apellido Heguy entre los campeones de un torneo de alto handicap. Fue en el sur de España, en la Copa de Oro 50 Aniversario de Sotogrande organizada por Minuto Siete y el Ayala Polo Club, donde Cruz Heguy (17), uno de los dos varones del “Ruso”, le demostró al mundo del polo que los Heguy siguen vigentes. Back como su padre, Cruz ya había tenido buenas performances en la temporada británica, y todas esas insinuaciones las demostró ahora en los dos torneos que disputó con la camiseta borravino de Marqués de Riscal, campeón de la Copa de Oro el sábado tras vencer en un partidazo a Ayala por 14 a 10. El heredero fue elegido el MVP de la final por su versatilidad, ya que defendió como un back aguerrido, maniatando ni más ni menos que a “Polito” Pieres (35), y pasó al ataque con sprints sorprendentes de toda la cancha que se tradujeron en cinco goles, algunos de ellos verdaderos golazos. Apuntalado por el capitán del equipo, Guillermo Caset (35), y por el incansable Santiago Cernadas (35), el centennial tuvo su primera tarde de gloria que su familia compartió a la distancia a través de la transmisión por streaming de Pololine TV. Su padre subió una Story de Instagram en la que entona el clásico “dale campeón” mientras su mujer, Paz Manau, se funde en un abrazo con su hijo Pedro (11), recuperado del grave accidente que sufrió en febrero; todos emocionados por una consagración que no estaba en los cálculos.
“Lo estamos viviendo con mucha felicidad y orgullo, no sólo por la forma en que jugó sino por cómo se comportó adentro y fuera de la cancha. Fue su primer viaje solo lejos de casa, por suerte mis hermanos ‘Pepe’ y ‘Nachi’ estuvieron con sus familias en Inglaterra y eso lo ayudó mucho. En lo deportivo fue de menor a mayor, le costó al principio adaptarse al reglamento inglés y a jugar con mucha lluvia, frio y viento, además de la presión de ser su primer torneo profesional. Terminó bien y en agosto se destapó en España, donde ‘El Sapo’ Caset y ‘Santi’ Cernadas lo hicieron jugar de una forma que él entiende y siente más”, explicó desde Buenos Aires su padre y mentor, Eduardo Heguy, quien no se perdió ningún partido de su hijo en Europa vía streaming. “Los vi todos, él me consulta la lista de caballos y en que orden jugarlos, pero yo quiero que empiece a hacer su camino propio. Lo aconsejo y le sugiero cosas, pero dejo que tome sus decisiones. Gracias a la tecnología hablamos después de cada partido y todas las noches, una forma de sentirnos más cerca”, aseguró “El Ruso”, convencido de que el alumno superará al maestro: “No tengo dudas de que va a llegar y que va a ser mejor jugador de lo que fui yo. Físicamente es mucho más alto y más fuerte, tiene más proyección y me encanta como anda por toda la cancha. En la semifinal y la final de la Copa de Oro jugó impresionante”.
Después de atravesar los peores momentos de su vida con el accidente de “Pedrito”, el ex polista y su familia celebran su recuperación y se regocijan con el presente deportivo de Cruz, quien el martes regresó a su casa de Pilar con la primera copa importante de su vida. “El abuelo está chocho y los tíos también, somos todos muy unidos y lo vivimos con gran alegría”, avaló Eduardo. Y en una etapa donde el mundo comienza a volver a su normalidad, los Heguy también vuelven a reencontrarse con un pasado que los convirtió en íconos del deporte que tanto aman.