Gladys Cabezas en CARASTV (CARAS )
CARAS TV

Gladys Cabezas: “Descubrimos el verdadero trabajo de José Luis después de su asesinato”

La hermana del fotógrafo asesinado en Pinamar recordó su pasión por la fotografía y los sueños que guiaron su vida.

En una profunda entrevista con Héctor Maugeri para CARAS TV, Gladys Cabezas evocó la historia de su hermano, José Luis Cabezas, el fotógrafo asesinado el 25 de enero de 1997 en Pinamar. Su crimen, ocurrido tras retratar al empresario Alfredo Yabrán para la tapa de Noticias, se transformó en un símbolo de lucha por la libertad de prensa y la verdad.

A casi tres décadas de aquel episodio, Gladys sigue hablando de José Luis con el mismo amor y la misma claridad que el primer día. En su voz, la memoria no se desvanece: se vuelve testimonio, legado y advertencia. “José Luis soñaba con tener una vida con sus hijos, con ver felices a mis padres y con poder llevarlos a España”, recordó emocionada.

Gladys Cabezas y Héctor Maugeri 

Gladys Cabezas y el origen del fuego sagrado

Gladys contó que su hermano trabajaba en una empresa farmacéutica, con un buen salario y un futuro estable. Pero un día decidió dejarlo todo. “Un día dijo basta”, relató. Sin dudar, se inscribió en un curso de fotografía y comenzó retratando chicos en plazas y cumpleaños. Fue en esas pequeñas escenas donde encontró su destino. “Le cambió la vida por completo”, explicó. “Amaba lo que hacía, y cuando uno ama lo que hace, dice: ‘Esto es mío’”.

Esa pasión, que Maugeri llamó “el fuego sagrado”, fue la brújula que lo acompañó siempre. José Luis no heredó una tradición familiar vinculada al arte, pero desde chico mostraba una curiosidad especial por la cámara. Su hermana recordó que solía acompañar a un primo fotógrafo social en casamientos. “Le tenía la cámara, los flashes… algo de eso quedó, tal vez un ADN escondido”, dijo. Años después, aquella fascinación infantil se transformó en una vocación que marcaría su vida y su tiempo.

Gladys Cabezas: “Recién después de su muerte entendimos quién era José Luis”

Con el correr de los años, la familia comprendió la verdadera dimensión de su trabajo. “Cuando pasó lo de José Luis, recién ahí empezamos a ver sus fotografías. Fue una maravilla”, confesó. Hasta entonces, los encuentros familiares estaban centrados en la vida cotidiana, en los hijos, en los padres, en las pequeñas cosas. “Nosotros no hablábamos mucho de trabajo”, agregó.

Gladys Cabezas en +CARAS

“Recién después del asesinato entendimos la magnitud de su talento”. Sus palabras resumen el asombro y el dolor de una familia que descubrió, a través de la pérdida, la grandeza de un artista comprometido con su tiempo. Hoy, Gladys Cabezas sigue transformando el dolor en memoria. Cada año repite que hablar de José Luis es hablar de libertad, y que su historia debe seguir viva. Porque, más allá del crimen, su hermano dejó una lección eterna: la de un hombre que eligió la verdad antes que el silencio.

EN ESTA NOTA