Máxima Zorreguieta (INSTAGRAM/@koninklijkhuis)
REALEZA

El look de la reina Máxima en el color que será tendencia en 2026 según Pantone: el blanco “Cloud Dancer”

La soberana combinó elegancia y compromiso en un acto clave, reforzando su rol institucional con una elección cromática cargada de simbolismo.

Máxima Zorreguieta volvió a marcar agenda, esta vez sin estridencias y con una elección tan sutil como poderosa. Durante un compromiso oficial de alto perfil internacional, la reina de los Países Bajos apareció con un vestido en blanco “Cloud Dancer”, el tono que, según Pantone, se perfila como uno de los grandes protagonistas del 2026.

Lejos de tratarse de un blanco clásico, Cloud Dancer propone una versión más etérea, suave y envolvente. Es un color que transmite calma, pureza y optimismo, valores que dialogan de manera directa con el espíritu del evento que encabezó la reina y que refuerzan su manera de comunicar también a través de la moda.

La reina Máxima 

La reina Máxima y una elección que anticipa tendencia

El vestido elegido por la reina Máxima no solo destacó por su elegancia atemporal, sino también por su lectura contemporánea. Especialistas en moda y pasarelas internacionales coinciden en que el blanco Cloud Dancer será uno de los tonos centrales de las próximas temporadas, con presencia tanto en la alta costura como en las colecciones ready-to-wear.

Tal como señaló el medio Harper’s Bazaar, este color responde a una búsqueda global de serenidad y equilibrio, alejándose de los tonos estridentes. En ese contexto, Máxima volvió a demostrar su habilidad para adelantarse a las tendencias y adaptarlas a su rol institucional, apostando por una estética sobria, moderna y cargada de significado.

La reina Máxima, moda con compromiso y mensaje

La aparición de la reina se dio durante la firma de un acuerdo de cooperación de cuatro años entre el Centro Princesa Máxima de Oncología Infantil y el Organismo Internacional de Energía Atómica, una alianza destinada a fortalecer la radioterapia pediátrica a nivel global. El objetivo es capacitar equipos médicos para ofrecer tratamientos más seguros y eficaces a niños con cáncer, una enfermedad que cada año afecta a más de 400.000 chicos en todo el mundo.

Durante el encuentro, la reina Máxima dialogó con pacientes, profesionales de la salud y representantes de la cooperación internacional. En ese marco, el vestido blanco funcionó también como un símbolo: esperanza, cuidado y futuro. Una vez más, Máxima dejó en claro que su estilo va más allá de lo estético: cuando se trata de comunicar, el look también es mensaje.

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