"Todos los dermatólogos somos reiterativos con la protección solar pero, en la práctica clínica diaria, no siempre vemos reflejado en los pacientes el mismo cuidado con el que insistimos", enfatiza la Dra. Fernanda Nardini (MN: 110.007 y MP: 448.420).
“Debemos recordar que nuestra piel es el órgano más extenso del cuerpo humano, que manifiesta las agresiones que recibe del medio externo".
"Quizás, entendiendo el daño que la radiación ultravioleta genera en nuestra piel, podamos tomar más consciencia de por qué debemos incorporar el protector solar como hábito diario”.
Ella es Médica Egresada de la Universidad de Buenos Aires, Médica Especialista en Dermatología con Diplomatura en Cáncer de Piel y Dermatología Clínica y Estética, staff del Servicio de Dermatología del Hospital Eva Perón de San Martin (ex Castex).
"La radiación ultravioleta no solo modifica directamente el ADN de las células de la epidermis, sino que además altera el sistema inmunológico local y, con la exposición solar reiterada, va a afectar la capacidad de reparar las células", remarca Fernanda.
Así es como se van adquiriendo signos clínicos de daño solar. El primer signo inmediato es el enrojecimiento ante la exposición al sol, con posterior descamación y pecas que parecen desaparecer cuando perdemos el bronceado, pero que reaparecen ante la nueva exposición solar para recordarnos que el daño solar es acumulativo y no se elimina con el paso del tiempo.
“El bronceado que algunos pacientes tienen como signo de belleza es la expresión que manifiesta nuestra piel ante la agresión de radiación ultravioleta, sintetizando melanina, que es el pigmento capaz de hacerle sombra al ADN celular con el fin de protegerlo".
"Y así, si no tenemos el cuidado debido, con reiteradas y repetitivas exposiciones solares graves, nos lleva con los años a manifestar lo que estéticamente nadie quiere: una piel con múltiples manchas (claras y oscuras), engrosada, con pérdida de elasticidad porque se alteraron fibras colágenas y elásticas, vasos superficiales muy reactivos ante la exposición solar y más arrugada de lo que se espera para el paso del tiempo que tenemos”, aclara la Dra. Naridini
Además, agrega. “Debemos recordar que nuestra piel es el órgano más extenso del cuerpo humano, que manifiesta las agresiones que recibe del medio externo y es nuestra responsabilidad incorporar hábitos diarios de cuidado de hidratación y protección solar para permitirle un aspecto saludable y descansado”.
¿Hasta qué edad se puede revertir el daño solar?
"Nunca es tarde para incorporar el protector solar y consultar con el médico especialista en dermatología para una evaluación integral. Una vez hecho el diagnóstico dermatológico, se realiza un plan terapéutico que nos permite, con el paso de las sesiones, ir recuperando un aspecto saludable de nuestra piel".
¿Qué tratamientos hay disponibles para recuperar la salud de la piel?
"Tenemos métodos simples como el peeling que estimula la descamación de manera química o mecánica. Ayuda a la atenuación de manchas, cierra los poros dilatados y le devuelve a la piel un aspecto suave, luminoso y con mayor capacidad de absorción a las cremas hidratantes", afirma Fernanda.
"En el caso que el paciente comience a perder tonicidad de la piel, el plasma rico en plaquetas, la mesoterapia facial o el microneedling son métodos mínimamente invasivos que colaboran con pequeñas punturas para la estimulación de la síntesis de colágeno y elastina, y así recuperar la tonicidad y reparación del tejido epidérmico y dérmico".
¿Cuáles son los tratamientos adecuados ante las primeras arrugas?
"Cuando se empiezan a acentuar las primeras arrugas periorbiculares (patas de gallo) y en entrecejo, que a veces nos da el aspecto de una mirada cansada, tenemos a nuestra aliada, la Toxina Botulínica para relajar la mirada, hacer un sutil e imperceptible levantamiento de la cola de ceja y atenuar las arrugas de expresión".
También, remarca. "Posteriormente, con la pérdida de los compartimentos grasos de la cara, por el propio paso del tiempo y acelerado por el daño solar, se va perdiendo la acentuación de los pómulos, el perfilado y proyección de labios, acentuando los surcos nasogenianos que podemos reposicionar y repararlos con relleno de ácido hialurónico", concluye la profesional.
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