¿Qué te lanzó a emprender?
Considero que la crisis del 2001 porque generó un impacto negativo en la economía de nuestro hogar. A tal efecto lo que antes hacía como hobby se fue convirtiendo en un emprendimiento. Antes tomaba clases de pintura; ahí me dedicaba a pintar objetos decorativos y siempre los regalaba. A partir de esto, y con la ayuda plena de mi familia, comencé a vender estos objetos pintados que antes regalaba y de a poco- con muchísimo esfuerzo- las ventas fueron incrementándose. De esta forma, nació el emprendimiento “Camila”.
¿Qué diferencia consideras que aporta una mujer al momento de liderar?
Creo que es fundamental que la mujer aprenda no solo a liderar, sino también a delegar. Yo ahí encuentro el punto diferencial para destacar. Para mí un buen liderazgo se construye con tiempo, dedicación y por sobre todo con pasión.
¿Cuál fue su mayor caso de éxito en este emprendimiento?
Mi éxito se efectuó cuando tuve la posibilidad de alquilar un local en el Barrio de Villa Ortúzar. Ese fue el comienzo de reconocimiento de mi marca, y hoy lo recuerdo con mucho cariño. Ahí sentí por primera vez orgullo de mí misma. Sentí la satisfacción de haber logrado un espacio para mi trabajo y mis talleres.
¿Aprendiste de algún fracaso dentro del proyecto?
Si, aprendí de pequeños fracasos. Porque si un producto no funcionó, yo siempre analizo el por qué. Trato de darle impulso renovador constante a mi marca porque de los fracasos se aprende, pero la producción y la creatividad nunca se detienen.
¿Cuánto crees que pesa la comunicación en tu plan de negocios?
Tiene un peso fundamental. Las redes sociales han contribuido muchísimo en el crecimiento de mi marca. “Camila” tiene un perfil basado en la comunicación y conexión con sus seguidores, y ese vínculo es el que hoy cuidamos y tratamos de mantener día a día.
Conoce más en www.camilatienda.com o en su perfil de Instagram.
Para contacto: 11 5832 1450.