¿Qué la motivó a convertirse en emprendedora?
La vida misma. Si emprender es identificar una oportunidad y organizar los recursos necesarios para llevarla a cabo, entonces es la historia de mi vida. Siempre moví cielo y tierra para lograr mis objetivos. Soy curiosa, autodidacta, proactiva, apasionada, tenaz y perseverante.
Tengo visión empresarial y una gran capacidad de aprendizaje y reacción frente al cambio. Pero, sobre todo, amo lo que hago. Y el contacto diario con estas mujeres luchadoras que quieren crecer y ser más, me llena el alma y es mi motor.
¿Qué diferencial aporta una mujer a la hora de liderar un emprendimiento?
Mi valor agregado es la dedicación. Estoy disponible 24/7 para mis amigas emprendedoras, ayudándolas a construir desde el corazón una comunidad y capacitándolas para que realmente logren alcanzar su máximo potencial.
El perfil de una emprendedora exige una cantidad de competencias que no todas tenemos pero que se pueden adquirir y que son clave para que nuestro emprendimiento sea un éxito total.
¿Cuál fue tu mayor caso de éxito?
El Club de Emprendedoras se convirtió en un espacio de intercambio de experiencias y conocimientos sobre el mundo digital. Todas juntas nos ayudamos a emprender con éxito, a desarrollarnos personal y profesionalmente, construyendo una comunidad sólida, más fuerte cada día, y recién estamos comenzando.
¿Cuál es el fracaso del que más aprendió?
Haber tardado tanto tiempo en darme cuenta de que podía vivir de lo que me apasiona. Todo lo demás han sido experiencias que me llevaron adonde estoy hoy.
¿Cuánto pesa la comunicación en su plan de negocios?
La comunicación es todo. A través de nuestros servicios conectamos a miles de mujeres de habla hispana rompiendo cualquier barrera cultural y/o territorial. Compartimos conocimientos que le agregan valor duradero a sus emprendimientos y trabajamos día a día, resolviendo problemas y conectando con un propósito.
Conoce más en www.elclubdeemprendedoras.com o en su perfil de Instagram.