viernes 03 de mayo del 2024

El estrés como factor de riesgo cardiovascular: Consejos para cuidar nuestro corazón

El estrés es un desafío constante en nuestra sociedad actual, pero ¿cómo afecta realmente a nuestro corazón? En esta entrevista con la Dra. Iara Lezcano, conocemos la importancia de proteger nuestra salud cardiovascular en medio de las tensiones diarias. Galería de fotosGalería de fotos

CREDITO CARAS

En tiempos de crisis e incertidumbre, nuestro cuerpo arroja señales en respuesta al estrés y es imprescindible “escucharlo” y prestar mayor atención a nuestra salud. Y nuestro corazón, ese órgano que trabaja 24/7 sin parar, no está exento de sufrir las consecuencias.

La Dra. Iara Lezcano (38), médica egresada de la Universidad de Buenos Aires y especialista en Cardiología, ecocardiografía y Doppler vascular periférico, y miembro del área de Internación de Unidad Coronaria del Hospital Churruca, aborda en su día a día los desafíos de la salud cardiovascular con un enfoque integral y humano. Más allá de diagnosticar y tratar enfermedades, se dedica a educar y concientizar a sus pacientes sobre la importancia de adoptar buenos hábitos de salud y nutrición. Su habilidad para explicar conceptos médicos complejos de manera accesible y coloquial hace que sus pacientes se sientan contenidos y acompañados en su camino hacia una vida más saludable.

Desde su consultorio particular en el barrio de Caballito, conversamos con ella acerca del impacto que el estrés crónico genera en nuestra salud cardiovascular, y cómo cuidarnos desde una mirada preventiva.

Dra., estamos atravesando situaciones de crisis a nivel social y económico, que repercuten en nosotros, sumado a lo que a cada uno le puede estar pasando en su propia vida, vínculos, situación laboral, etc. ¿Cuánto influyen estos factores "estresantes" en nuestra salud cardíaca?

Influyen y mucho, pero no fue hasta el año 2012 que se incorporó al estrés como factor de riesgo cardiovascular. La vinculación entre el estrés y el riesgo cardiovascular tardó décadas en demostrarse, y han sido los estudios epidemiológicos realizados tras grandes crisis y catástrofes los que han revelado que el estrés mental acaba desencadenando enfermedades cardiovasculares (terremotos, tsunamis, atentados, etc). En estos estudios lo que se ha demostrado fue el incremento en el número de descargas de los desfibriladores cardíacos automáticos implantados en pacientes para restablecer la actividad cardíaca.

¿Existen factores o indicadores físicos que pueden incrementar los riesgos a nivel cardiológico y que es necesario controlar obligatoriamente?

SI. Son los llamados Factores de Riesgo Cardiovascular. Existen modificables y no modificables (es decir, hay algunos que dependen exclusivamente de la voluntad del paciente y otros que no). Dentro de los no modificables se encuentran el sexo masculino, la edad y la historia familiar de enfermedad cardiovascular, es decir, la carga genética que trae cada individuo. Y dentro de los modificables encontramos el sedentarismo, sobrepeso y obesidad, el tabaquismo, el colesterol alto y la hipertensión arterial.  Para tener controlados todos estos factores de riesgo es necesario realizar controles de rutina.

¿Quiénes deberían consultar al cardiólogo? ¿Hay una edad recomendada para comenzar a realizarnos chequeos?

Se recomienda un control periódico de salud a toda la población por lo menos una vez al año. Y se recomienda particularmente una consulta cardiológica a partir de los 50 años o antes en los casos que existan enfermedades cardiovasculares ya conocidas o haya antecedentes de familiares directos de infarto, muerte súbita o cirugías cardíacas antes de los 60 años (madre, padre, hermanos).

¿Cuáles son los estudios más importantes para poder detectar complicaciones a nivel cardiovascular?

En principio, realizar un buen interrogatorio y anamnesis en cuanto a antecedentes y síntomas. Tener en claro el motivo de consulta del paciente es fundamental para llegar a un buen diagnóstico. Los estudios que constituyen una evaluación cardiológica "de rutina" son el electrocardiograma, un laboratorio completo de sangre y orina, y SOBRE TODO la realización de buen examen físico, que incluya toma de presión arterial y pulsos, evaluación de signos de insuficiencia cardíacas, ruidos cardíacos y la presencia o no de soplos. 

¿Qué sucede en estos tiempos en los que mucha gente está padeciendo sintomatología ligada a la ansiedad? ¿Es complejo el diagnóstico diferencial con patologías cardíacas? 

Hay muchas consultas sobre este tema. Sobre todo, por dolor de pecho y palpitaciones. Es sumamente necesario descartar patología cardíaca en estos casos. Para realizar el diagnostico diferencial es fundamental realizar un buen interrogatorio, haciendo hincapié sobre en qué momentos o bajo qué circunstancias aparecen los síntomas, tiempo de duración, etc. Realizamos un examen físico y se piden estudios complementarios que nos ayuden a descartar o no la enfermedad cardiovascular, y en base a esos resultados tomamos decisiones. 

¿Qué podemos hacer, desde nuestros hábitos en la vida cotidiana, para cuidar nuestro corazón?

Las recomendaciones son mantener una vida saludable y activa (alimentación nutritiva y energética y realizar actividad física por los menos 3 veces a la semana, 45 min), no fumar, hidratarse correctamente y, en los casos de pacientes que tomen medicación crónica, cumplir con las tomas indicadas por su profesional de cabecera y concurrir a los controles correspondientes. 

¿Cómo reciben los pacientes, en consulta, este tipo de recomendaciones?

En general son bien recibidas, aunque luego, a los fines prácticos, la gran mayoría no sigue las recomendaciones en cuanto a estilo de vida y alimentación. Es mucho más difícil lograr que cumplan con esa parte del tratamiento que con la medicación. Es muy difícil a veces hacer entender que las pastillas no son milagrosas y que muchas patologías, si no van acompañadas de cambios en la vida del paciente, no solo que no van a mejorar, sino que van a empeorar con el correr del tiempo.

Para cerrar esta entrevista con información tan relevante para todos, ¿Qué consejo le podrías dar desde tu conocimiento, pero también desde tu mirada de la medicina, a esos pacientes a los que quizás les cuesta “bajar un cambio” o emprender una vida más saludable?

Este es un consejo más desde el lado personal que profesional. La realidad es que nuestro cuerpo es el único que tenemos; si no lo cuidamos nosotros, nadie más lo va a hacer. Hay que entender que la medicación no es mágica y que mucho depende de nosotros mismos en términos de prevención primaria y secundaria. Hay que ponerse objetivos cumplibles a corto plazo. Como digo siempre: un día a la vez, el cambio empieza hoy, todo cuenta. 

Para contactarte con la Dra. Iara Lezcano

IG: @dra.iaralezcano

Mail: [email protected]

Consultorio: Otamendi 629 - CABA, todos los jueves de 9 a 12hs. Turnos al 3987-7007

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