Es una actividad inusual, atípica, el arte de intervenir embarcaciones configurando nuevas potencias, cambiando así la funcionalidad del aparato intervenido. Por ello, podemos encontrar pequeñas lanchas con una potencia de un gran yate o grandes barcos con combinaciones de varios motores, adecuándose a la finalidad que ha de tener el mismo.
Esta especialidad compartida por unos pocos ha convertido a Gabriel en el número uno en lo suyo. Multipremiado y requerido en muestras y exhibiciones internacionales.
Su trayectoria nos habla de premios en lanchas, especializaciones en Estados Unidos y un reconocimiento a nivel mundial en el ambiente náutico.
Su presente nos cuenta que es requerido a nivel mundial por su estilo e inventiva.
La actividad acuática ha tenido un crecimiento exponencial debido a las restricciones y necesidad de aislamiento a lo largo de todo el planeta y los amantes del agua han encontrado en Romaskiewicz la experiencia y audacia necesaria, - esa que sólo se halla en el interior de un artista- para hacer de sus embarcaciones un vehículo distinto.
Este crecimiento ha llevado a este artista del agua a distintos países de Europa ya que por su extraordinaria habilidad ha sido convocado por astilleros y particulares con la finalidad de cambiar aquellas embarcaciones convencionales y transformarlas en piezas únicas para navegar.
Gabriel Romaskiewicz, 30 años de trayectoria que han dado un salto cuántico en su actividad, y esto, recién comienza…