Sábado de mayo. 26 grados y la tarde primaveral nos traslada a Tigre a una feria en la que diferentes emprendedores dan a conocer sus productos. La cita es con Julieta, dueña de Le Chemin, el proyecto que ella misma emprendió hace algunos años y que la pandemia precipitó: unir su pasión por lo sensorial con su propio negocio que crece día a día.
Decir que ella vende velas, difusores, jabones, cremas, home spray que fabrica de manera artesanal- es decir solo una pequeña parte de lo que hace. Lo que Julieta vende es la posibilidad de disfrutar una experiencia multisensorial.
El stand en el que me recibe es agradablea la vista. Todo lo que exhibe se puede tocar, oler, mirar y sentir. La llama de una vela es hipnótica. La cera es de una suavidad única, los olores que emanan de los diferentes productos generan una atmósfera especial. Las cremas, los jabones y todo lo exhibidoestimulan los sentidos. Todo remite a algo,hasta las maderas y las telas con las que está ambientado el espacio.
María Victoria, su hija de once años,la acompaña siempre a Julieta y es la principal embajadora de la marca. Me dan la bienvenida, nos disponemos a charlar un rato sobre qué es Le Chemin yconocer más sobre el emprendimiento.
Hola Julieta, ¿cómo estás? Empecemos por el nombre: Chemin es camino en francés, ¿por qué elegiste ese nombre para tu emprendimiento?
El camino es el que comencé a transitar hace ya varios años luego del fallecimiento de mi madre. Mi camino, que con la pandemia fue tomando forma. Camino que sigo construyendo con mis deseos, mis pasiones, mis elecciones y decisiones. Pasé cuarenta años de mi vida viviendo de una manera muy condicionada por mandatos familiares y, luego, decidí emprender un nuevo camino que tuviera más que ver conmigo, con mi realidad, más auténtico.
¿Cuándo tu camino se convirtió en tu negocio?
Arranqué en la pandemia con el emprendimiento. Hice cursos sobre jabones, cosmética natural y terminé con velas. Empecé haciendo regalos hasta que un día decidí dar el salto, transformarlo en un negocio, no sin antes perfeccionarme.
¿En qué consiste esa experiencia multisensorial que querés transmitir a través de tus productos?
Los productos que vendo tienen mucho que ver conmigo. A mí me gusta mucho lo que es vivir mi casa. Me gusta mucho generar espacios y hacer que la gente que me visita esté cómoda. Y siempre una vela, un hermoso perfume, que no solo es un rico aroma, sino que también despierta el sentido visual. El fuego de una vela te transmite mucha calidez, el aroma te puede remitir a un montón de lugares y ahí fue surgiendo como algo más estético, hogareño. Empecé con velas y ahora hay un montón de productos. Todo tiene que ver con el disfrute, con el placer personal, pero también con poder regalar al otro estas atmósferas y momentos de goce, de sentirse bien. Poder darse y dar un mimo apelando a los sentidos sin mucho más y sin ninguna otra razón que esa.
Desde los comienzos a la actualidad, ¿creció mucho el negocio?
Pensá que esto arrancó con una vela en la cocina de casa, y ahora hay difusores, home spray tanto para el ambiente como para las telas, cremas, jabones… El slogan de la marca es Hacé protagonista a tus sentidos. Es el olfato con los aromas y fragancias. Los vaivenes de la llama de una vela que son visualmente hipnóticos. Es el tacto cuando sentís las telas.La cera misma…no te das una idea de lo suave que es. Los jabones y las cremas humectantes. Tiene que ver con todo, con un despertar de uno mismo, por eso digo que es una experiencia multisensorial y no solo prender una vela para dar una iluminación diferente a un espacio o perfumar un ambiente. Con que un jabón te pueda trasladar a un montón de lugares y te pueda brindar un montón de sensaciones más allá de que sea un simple hecho de estar limpio.
Veo tu cara y ya sé que la próxima pregunta es cómo hago para hacer todo yo sola.
Me leíste la mente.
(Risas) Además de las cosas que fabrico me contacto con otros emprendedores que pueden complementar mis productos para sumarlos a mi marca. Es fundamental en esos casos que los productos sean artesanales, hechos con las manos y que tengan un especial cuidado del medio ambiente. Por eso usamos todo lo que es madera, vidrio, y los envases son reutilizables.
¿Cuándo te diste cuenta que podías unir tu pasión con un negocio y transformarlo en tu medio de vida?
Cuando me di cuenta de que podía transmitirle al otro lo que yo sentía y gozaba en esos momentos. Es una experiencia en la que te ponés en off para conectarte con otra parte. Es la llama de una vela con un rico aroma, puede ser una copa de vino, con un rico queso, música de fondo. No es solo la vela, el perfume o una crema humectante. ¿Se entiende? Ahí es donde yo vi el negocio.
¿Por dónde ves el crecimiento de Le Chemin en el futuro?
No incorporaría gente por ahora, sí más productos, contactándome con otros emprendedores que puedan hacer productos para mi marca. Me estoy juntando con una chica que hace cerámica para que me haga recipientes para velas, bandejas para poder presentar un difusor y una vela, hornitos para perfumar, apagavelas. Me contacté con una artesana que talla madera y me hace candelabros muy lindos para mis velas de cera de abeja. La idea es sumar además a alguien que trabaje en telas y poder incorporar un pie de cama, mantelería. Y, próximamente, la idea es tener un local a la calle. Imaginate, si logro este efecto acá con un stand armado en el día, lo que lograría si pudiera tener un lugar fijo para mostrar las experiencias con mucha más ambientación, música de fondo, en un lugar propio. Bueno, ese es el próximo paso y pronto va a haber novedades al respecto.
Mientras transcurría esta cálida charla, la gente se acercaba al stand e interactuaba con María Victoria. Curiosos que tocan, huelen, miran, y agradecen. El cliente no solo se acerca a mirar y consultar un precio, vive esa mini experiencia multisensorial de la que nos estuvo contando Julieta en este sábado de otoño de clima primaveral.