Hoy quiero invitarte a hacer una pausa.
Mirate al espejo. Observá con atención a esa mujer que te mira desde el reflejo.
¿Te identificás con el color de cabello que llevás?
¿Sentís que acompaña la armonía de tu rostro?
¿Ese color realmente sos vos?
Lo más bello que lucimos las mujeres es nuestra esencia.
Y una de las formas más potentes de expresarla —sin decir una sola palabra— es a través del color de nuestro cabello.
Rojos que transmiten deseo.
Cobres que desencadenan sensualidad.
Rubios cercanos, sensuales, liberadores…
Chocolates que celebran la naturalidad.
Negros que imponen personalidad.
Cada tono, cada matiz, es un lenguaje no verbal que revela quién somos, qué sentimos y en qué momento de la vida estamos.
Los matices son tan trascendentales, que pueden marcar nuestras etapas, nuestras transiciones, nuestros cambios internos.
Así como las notas musicales, el color comunica. Nos recorre. Nos transforma. Nos orienta.
Ahora, después de leer estas líneas, te propongo repetir el ejercicio:
Parate frente al espejo. Observate.
¿Te reconocés? ¿Te encontrás?
¿O sentís que querés animarte a más?
Eso es movimiento. Eso es transformación.
Rompé las reglas. Cambiá tu imagen si así lo sentís.
Y si necesitás apoyo o asesoramiento, estoy acá para ayudarte.
Porque en esta vida tan fugaz, mi misión es verlas felices y audaces.
By Roorlik | Colorista de Roorlik Estética Integral
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