¿Qué te llevó a estudiar gastronomía? ¿Siempre supiste que ese era tu camino?
Siempre me gustó mucho la cocina, el arte de mezclar ingredientes, jugar con sabores, texturas, aromas… crear. Pero jamás me imaginé dedicándome a esto. Casi por azar —y también por la contingencia— terminé en este camino. La pandemia fue un punto de quiebre y, en esa encrucijada, me encontré con la cocina como un recurso vital. Ahí floreció todo: nos encontramos mutuamente en un proyecto, y desde entonces no nos separamos.
¿Qué lugar ocupa la creatividad en tu rol como chef, y cómo la combinás con la técnica?
Para mí, la cocina es arte. Como un pintor, un escultor o un artesano, el cocinero necesita de la creatividad. Es una creación constante, que va más allá de una receta. La técnica es necesaria, pero no lo es todo. El condimento fundamental, sin dudas, es la pasión. Y a mí, cocinar me apasiona. Con esto no digo que no haya que formarse, sino que sólo con estudiar no alcanza.
¿Cómo y cuándo nació El Rincón? ¿Qué te inspiró a apostar por las empanadas al horno y al disco?
El Rincón fue gestándose. Empecé en pandemia haciendo viandas personalizadas. Cada plato estaba pensado a gusto de cada cliente. Lo que para muchos sería un problema, para mí era un desafío fascinante. Después vino una mudanza, una hija en camino, y la idea de ofrecer algo distinto en el barrio. Así nació El Rincón, con 20 variedades de empanadas al horno y fritas. Tuvimos pocas ventas al principio, pero con muy buena respuesta. Esa fidelidad inicial fue clave para sostener el proyecto. Tres años después, seguimos apostando, a pesar del contexto económico, gracias al apoyo de nuestros clientes, familia, amigos y proveedores.
¿Qué desafíos y aprendizajes encontraste en el proceso de crear una propuesta tan amplia como 60 sabores?
Es una carrera conmigo mismo. Hoy son 60, pero la idea es seguir sumando. Cada tanto, lanzo cuatro nuevos sabores. No quiero que sea un producto en serie. Me gusta estar siempre creando. Además, soy quien gestiona todo: compras, pedidos, logística, difusión, atención… todo lo que no implica rellenar o repulgar, lo hago yo. Y, sobre todo, me ocupo de que el producto que llegue al cliente sea de calidad. No usamos saborizantes ni espesantes. Eso no se negocia. Puede subir el precio, pero nunca bajar la calidad.
¿Qué distingue a El Rincón de otras propuestas de empanadas? ¿Dónde está el corazón del proyecto?
Creo que lo que nos distingue es el nivel de compromiso. No cedo la cocina a nadie. Tengo un equipo que me ayuda, claro, pero todos los rellenos —los que llevan más de dos ingredientes— los realizo yo. Estoy presente en cada cocción, en cada paso. Me encanta esa adrenalina, esa locura de ir siempre por más. Para mí, El Rincón no es solo un trabajo: es una apuesta constante, un renacer. Es mi manera de superarme, de seguir latiendo.
Rincon Empanadas Horno al Disco
Teléfono 221-5935079
La Plata- City bell
Nuestro Instagram: https://www.instagram.com/elrinconempanadashornoaldisco?igsh=MTVoejRubDJsOWV2NQ==




El lado B del boom del crédito: la urgencia de la educación financiera

Benito Fernández ahora diseña muebles: color, textil y personalidad para vestir el hogar

El look ejecutivo chic de Nequi Galotti para los días de frío intenso: estampados, clásicos y botas tendencia
