En diálogo con Héctor Maugeri para +CARAS, Daniel Vila se permitió una reflexión poco habitual en el mundo empresarial: la intuición como brújula para tomar decisiones. Habló sin vueltas de cómo percibe su propio talento y evitó cualquier construcción de genialidad alrededor de sí mismo. “No soy una persona fuera de la norma en cuanto a inteligencia; soy una persona normal”, dijo, casi desarmando la imagen del empresario omnipotente. “No soy el más inteligente, pero sí soy el más intuitivo”, afirmó, convencido de que ahí radicaba su diferencial.
Vila explicó que la intuición, para él, no era una cualidad mística ni un privilegio reservado a unos pocos. La describió como una capacidad que se practica, se entrena y se afina con los años, casi como un músculo. Aseguró que, en su caso, fue esa mirada perceptiva la que lo acompañó en momentos clave de su carrera. Y volvió a remarcar que no se sentía superior a nadie, pero sí atento a lo que otros no siempre registraban.
Daniel Vila: “Me encanta que las figuras tengan ego”
El empresario también habló de su relación con artistas, periodistas y figuras de la cultura, un universo que conoce desde cerca. Contó que siempre respetó el ego del otro, no como una vanidad, sino como una herramienta necesaria para crear, avanzar y exponerse. “Está muy bueno que las figuras tengan ego. Me encanta”, dijo, con un tono que combinó admiración y comprensión. Para él, ese rasgo era parte esencial de quienes lograban diferenciarse.
Vila sostuvo que las personalidades fuertes crecían cuando se sentían importantes y reconocidas, porque efectivamente lo eran. Explicó que ese impulso es lo que las llevaba a asumir riesgos, sostener proyectos y darle identidad a lo que hacían. Sin embargo, marcó un límite claro: el exceso de ego podía desbordar y distorsionar. “Tener ego está muy bueno; tener un exceso de ego no está tan bueno”, señaló, diferenciando seguridad de desmesura.
En ese recorrido conceptual, también se detuvo en el rol que él ocupaba. Dijo que siempre procuró acompañar, escuchar y entender a quienes estaban frente a cámara, en un escenario o en un estudio. “Respeto eso, el ego, y respeto al artista”, expresó, ubicándose no por encima, sino a la par de quienes crean. Y concluyó que sin esa sensibilidad sería imposible dirigir equipos donde lo emocional juega un papel determinante.
Daniel Vila y su mirada sobre el liderazgo
Vila también profundizó en cómo entiende su propio estilo de conducción. Aseguró que nunca creyó en el liderazgo basado en el miedo o la distancia, sino en la cercanía y la lectura fina de cada situación. “El secreto es escuchar y saber cuándo avanzar y cuándo esperar”, expresó en +CARAS, conectando otra vez con la idea de intuición. Para él, dirigir implica interpretar y anticipar, más que imponer.
Se definió como alguien que prefiere generar confianza antes que autoridad rígida. Dijo que ese modelo de gestión le permitió atravesar momentos complejos sin perder cohesión en los equipos. Remarcó que la intuición, sumada a la empatía, siempre le dio mejores resultados que la frialdad analítica. Y cerró asegurando que, detrás de cada decisión importante, siempre hubo más sensibilidad que cálculo.
La confesión inesperada de Daniel Vila sobre la diferencia de edad con Pamela David: “Ella me rejuveneció”
Daniel Vila sin filtro sobre la guerra entre TV y streaming
Daniel Vila reveló el detrás de escena de su boda con Pamela David: “La queríamos en silencio, pero Ángel de Brito lo contó”
José Valosen explica los tres tipos de cuerpos y sorprende con su método para identificarlos
Quién es el abogado de Rappi detrás de la reforma laboral
Cortes tendencia rejuvenecedores para cualquier edad y estilo
Daniel Vila reveló el detrás de escena de su boda con Pamela David: “La queríamos en silencio, pero Ángel de Brito lo contó”