Gritó, festejó y lloró. Como un cazador que cae en su propia trampa, Marcelo Tinelli (51) fue atrapado por la magia del show, ese arte en el que se erige profeta. “Estoy muy emocionado. Ha sido una noche diferente para mí", confesó MT, al recibir el Martín Fierro de Platino.
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