Dice que está satisfecha con el camino recorrido, que se siente con diez años menos de los que tiene. Pero también aclara que todo tiene que ver con una constancia y voluntad. A los 54 años, Catherine Fulop encontró un equilibrio entre los placeres de la vida y el cuidado de su físico. Y lo cuenta en su primer libro “Espléndida”. “No hay una fórmula mágica para sentirse bien. Uno tiene que disfrutar de los lindos momentos, darse los gustos y a su vez compensarlo con la actividad física que más le guste. La clave está en alcanzar un bienestar integral. Mi cuerpo maduró en salud y juventud a través de mi búsqueda constante de hábitos saludables. Incorporé alimentos que te proporcionan antioxidantes, como algunas verduras o los jugos detox que me tomo a la mañana. Siempre asesorada por mis médicos, voy probando cosas nuevas que me hacen bien: como el ayuno intermitente (período en el que se realizan ciclos regulares de ayuno y alimentación) o el método Clean de desintoxicación en tres semanas (facilita el trabajo de la digestión comiendo menos sólidos, sacando los alimentos ácidos y picantes, y con intervalos más largos entre comida y comida). Con mi doctor Damián Rozenberg, que aparece en el libro, trabajamos el equilibrio hormonal para sentirme mejor. También son fundamentales los tratamientos linfáticos, de radiofrecuencia y el cepillado en seco que me hago en Base Estética, que me activan el colágeno en las piernas y reducen la celulitis, que tengo y acepto porque tampoco me gusta ser obsesiva. Y trabajo mucho la espiritualidad para ir aceptando los cambios físicos del proceso de envejecimiento ya que todas las edades tienen su belleza”, asegura la actriz y conductora venezolana desde Lennox Hotel Miami Beach. “Después de tener a mis hijas —Oriana (23) y Tiziana Sabatini (20)—, me di cuenta que necesitaba un cambio en mi vida. A los treinta y pico noté que precisaba la ayuda de profesionales para alcanzar mi mejor versión física: primero empecé yoga, después fui a un médico homeópata y a una nutricionista maravillosa (Jackie Lekerman). También busqué una dermatóloga para que me ayudara con los procesos hormonales que te machan la piel después de ser madre... Mi éxito fue dar con los profesionales adecuados y no elegir el camino más fácil. Para mí es importante sentirme bien, saludable y, por añadidura, que el espejo me devuelva una imagen que me guste. Si mi cuerpo no se siente sano, tampoco va a estar bien mi alma”, agrega quien, 20 años después, recreó la emblemática tapa de la manzana que protagonizó en CARAS en 1999 y que marcó un punto de inflexión en su carrera.
—Prácticamente no hay diferencias entre una fotografía y la otra...
—¡Sí, 20 años es mucho tiempo! Ja ja... En aquel momento por supuesto estaba segura con mi cuerpo, como lo estoy ahora, sino no podría haber hecho esa tapa. Mis hijas eran pequeñas y no me daba pudor. Aunque a veces me reclamaban: “Mamá en la escuela me dicen que tenés la cola grande”. “Y bueno soy caribeña”, les respondía... ¡Ja ja ja! Hoy me animo a recrear esa foto pero desde otro lugar: sintiendo que esa manzana ya me la comí, que se transformó en un árbol que ha dado sus frutos… sus manzanitas. Hoy soy una mujer satisfecha con lo que es y también con la familia que formó.
—¿En qué se basa su alimentación y rutina de gimnasia?
—Hago un alimentación bastante saludable, donde priorizo comer verduras, frutas y proteínas. No sigo ningún tipo de régimen estricto pero trato de comer variado, con legumbres, germinados y semillas. En base a la actividad física, entreno seis veces por semana: dos días lo hago sola con ejercicios que me prepara mi personal online, Vero, y los otros 4 días lo hago con mi otro personal trainer, Beto, que me da una rutina durante 50 minutos: trabajo todo el tren superior, medio e inferior. Sobre todo trabajo las piernas porque, al ser caderona, ese músculo pesado por la ley de gravedad cae estrepitosamente: le doy duro y parejo para que se mantenga medianamente digno a los 54 años. Y hago muchísimos abdominales, puedo hacer 200 por día. En todas las rutinas ejercito los abdominales. Principalmente mi entrenamiento es de alta intensidad HIT (High Intensity Training) e incluye fuerza porque lo que buscamos es que el músculo se sostenga.
—¿Su familia le pide recomendaciones de entrenamiento?
—Por curiosidad puede ser que “Ori” o “Titi” me pregunten qué ejercicios estoy haciendo pero no me hacen mucho caso. A “Ova” le pregunto yo ya que él sabe un montón sobre entrenamiento. Oriana, ahora al salir con una persona que cuida un montón su físico por ser deportista, adoptó naturalmente más hábitos saludables de alimentación y ejercicios.
PODES LEER LA ENTREVISTA COMPLETA EN LA EDICION DE CARAS QUE YA ESTA EN TODOS LOS KIOSKOS