Eva De Dominici renovó su característica sonrisa: en concreto, corrigió su diastema, es decir sus dientes separados. A la vez, aprovechó para realizarse un blanqueamiento. Mostró la nueva apariencia de su dentadura en su cuenta de Instagram, en un posteo en el que agradeció el profesionalismo de su médico tratante en EEUU.
Consultado por Caras Salud, el doctor Cristian Dagata, odontólogo especialista en cirugía maxilofacial y en rehabilitación oral e implantología, explicó que el diastema es una separación en las piezas dentarias que pueden darse por diversos factores: uno de ellos es el genético, pero en otros casos ocurre por la inserción de algún frenillo.
“Un ejemplo muy característico es la separación de los dientes centrales superiores, que ocurre porque justo en el medio de esas piezas dentarias existe un frenillo labial superior, que toma inserción muy abajo en el reborde alveolar entre los dientes y, como es un tejido fibroso, evita que se puedan cerrar las piezas dentarias”, señaló el experto y aclaró que muchos profesionales intentan corregir esa separación solo con ortodoncia, “pero los dientes vuelven a su posición, porque si se quiere corregir el diastema, también se debe corregir la causa que lo produce”.
Por ende, aunque los dientes separados se unan con la ortodoncia -que son fuerzas continuas suaves que van producen el desplazamiento de la pieza dentaria-, “si existiera un diastema por un frenillo, se debe realizar la combinación de dos técnicas, corregir el frenillo (cortarlo en un acto quirúrgico) más colocar ortodoncia”.
Pero para los pacientes que no quieren usar aparatos “existe la opción de suplir ese defecto al agregar material: una forma puede ser suplementar con un composite (una cerámica fría) que se moldea y que al darle luz, se endurece o polimeriza; o bien se pueden realizar carillas o coronas de porcelana, que aumentan el tamaño del diente en sentido lateral”, explicó Dagata.
En cuanto al blanqueamiento dental, el odontólogo aclaró que “la palabra correcta para nombrarlo sería ‘aclaramiento dental’, porque cuando se habla de blanquear se piensa que se coloca un material que pinta al diente y no es así”.
“Durante el procedimiento se utilizan materiales que resaltan la máxima expresión de blancura de la pieza dentaria. Por ende, yo no puedo predecir el color con el que quedará: en algunos pacientes se ve un cambio notorio y en otros no tanto. Es que en realidad durante el blanqueamiento se coloca material que se mete microscópicamente entre los prismas de esmalte dentario y limpia en profundidad”, remarcó el odontólogo.
Todos los arreglos dentarios necesitan cuidados posteriores. “Tras la ortodoncia, el paciente debe usar por el doble de tiempo que usó los aparatos unas placas para dormir llamadas mantenedores, que son transparentes, de acrílico y copian la pieza dentaria. Su aspecto es similar a los protectores bucales de boxeo, pero son mucho más finitos (de 0,4 mm) y ellos mantienen la pieza en su lugar, porque el organismo tiene memoria y si no se contiene la pieza, vuelve a su posición original”, señalo.
Por otra parte, “cuando se blanquea el diente, se lo limpia tan profundamente que deja poros en el esmalte, por lo que el paciente debe tener una dieta de productos libre de pigmentos por 48 horas y evitar té, mate, chocolate, vino tinto, salsa de soja, kétchup o mayonesa, por ejemplo”. En su lugar debe llevar un régimen blanco transparente con agua, carnes y algunas verduras, además de lavarse los dientes con un dentífrico específico que contenga peróxidos y otros.
“El blanqueamiento será duradero según la dieta del paciente, la frecuencia de higiene y el tipo de pasta de dientes que use, porque con el tiempo la pieza vuelve también a pigmentarse”, concluyó.