Antes de la producción y entrevista con CARAS Victorio “Vico” D’Alessandro (34) bebió un té con jengibre para suavizar la garganta ya que su registro vocal en el musical “Sugar”, fenómeno teatral de Mar del Plata con doble función los martes, jueves y sábados, así lo requiere.
“Me cuido un montón y ando con un pañuelito en el cuello para todos lados, sobre todo por el viento que corre a la noche en la costa. Si salgo es por situaciones especiales pero descanso bastante porque sino no rindo bien a la noche. Esta obra requiere tener una energía muy arriba, un poco más de lo normal, y sobre todo descansar mucho el cuerpo y la voz porque es un desgaste enorme. Como el personaje lo pedía, tuve que trabajar mucho en los agudos y de a poquito lo fui logrando”, argumenta el actor que respaldado por un despliegue escénico al estilo Broadway en el teatro Neptuno, sorprende en el papel de un hombre travestido que hasta el año pasado llevaba el sello de Nicolás Cabré (38).
“Creo que pude encontrarle mi impronta a medida que fui probando y tomando confianza sobre el escenario. Me guié mucho por lo que hacía Nico; vi un par de videos de lo que hizo Ricardo Darín y hay gags que los tratamos de mantener porque son eficientes… Mantuvimos esa locura para diferenciarlo bien del de Federico (Delía). El timing de la comedia lo vas aprendiendo función a función y fue un lindo desafio porque era un barco que ya venía por muchos mares”, reconoce quien con poco tiempo de ensayo y un coaching actoral intensivo, además de uno de canto y baile, demostró su talento natural para la comedia. Artífice de más de una carcajada cada vez que sale a escena como la desopilante Violeta (cuyo vestuario incluye peluca, maquillaje y vestidos de dama) confiesa que para explorar el universo femenino sin prejuicios “lo primordial fue perderle el miedo al ridículo. Tirarme de lleno a la pileta, ir a fondo y lo logré. Me encantaba la idea de hacer de mujer y con Fede somos dos travestis preciosos, dos locas que bailamos y nos divertimos. Los tacos son terribles, piso y me mato pero como tengo que actuar un poco la incomodidad de un hombre disfrazado, lo aprovecho para el personaje y la gente no lo nota”.
Si bien debe estar en camarines dos horas antes para cumplir con la primera función de la semana, el actor aprovecha la totalidad del día para surfear en las playas de “Honu Beach” y entrenar dos o tres veces a diario en el gym del exclusivo balneario. “Hago un poco de aeróbico y trabajo con máquinas pero voy mezclando. Tampoco quiero cargar mucho el cuerpo o hacer sólo fierros porque con lo que traspiro en la obra voy a desaparecer”, explica. Aunque no es un tema en el que prefiere ahondar, el ex “Casi Ángeles” asegura que no le afecta que se lo vincule con mujeres del medio ya que la mayoría de los casos, aclara, no son ciertos. “Hoy estoy conociendo a alguien pero lo guardo un poquito para mí y así me sale naturalmente. Trato de cuidar a la persona que está al lado mío”, devela. Y sin pudores de reconocer su faceta más enamoradiza, agrega: “Si bien estoy soltero me gusta compartir mis cosas con la persona que tenga al lado. Entre el trabajo y los viajes uno siempre necesita también un cable a tierra”.
Con intenciones de expandir sus horizontes y abrirse camino en países como España, Italia y Brasil, donde trabaja con distintos representantes, el joven intérprete ya analiza propuestas para televisión y teatro una vez finalizado el verano.“ Protagonizar una comedia y hacer reir, con lo difícil que es, era una cuenta pendiente después de haber hecho otros géneros y me halaga el reconocimiento de los colegas. El teatro es el rito más lindo que hay, sobre todo en Mar del Plata donde cada vez que terminamos vamos a saludar a la puerta del teatro porque se junta mucha gente y es ese ratito que uno tiene para agradecer”, concluye con la certeza de que, a pesar de encabezar cómodamente el éxito de la temporada veraniega, lo mejor aún está por venir.