Het Loo: De palacio real a hospital nazi, la increíble historia de esta joya holandesa

El Palacio Het Loo, situado en el corazón de Apeldoorn, es uno de los monumentos históricos más emblemáticos de los Países Bajos. Con una historia que abarca más de tres siglos, este antiguo pabellón de caza se ha transformado en un símbolo cultural y turístico de renombre internacional.

Inaugurado en 1684 por el estatúder Guillermo III de Orange, el Palacio Het Loo comenzó su vida como un modesto pabellón de caza. Sin embargo, bajo el reinado de Guillermo y su esposa, María Estuardo, se convirtió en un impresionante palacio de estilo barroco, comparado a menudo con el Versalles francés debido a su arquitectura y extensos jardines. Este lugar no solo era una residencia de descanso y entretenimiento para la realeza, sino también un escenario para importantes encuentros políticos y sociales.

Het Loo: De palacio real a hospital nazi, la increíble historia de esta joya holandesa

Una parte menos conocida de su historia es su uso durante la Segunda Guerra Mundial. Ocupado por las fuerzas nazis, Het Loo fue convertido temporalmente en un hospital militar, donde se atendieron a numerosos soldados alemanes heridos durante la ocupación de los Países Bajos. Este oscuro capítulo en su historia añade una capa de complejidad a la narrativa del recinto, que ha sabido superar estos tiempos difíciles para renacer como un símbolo de cultura y paz.

Tras la muerte de la Reina Guillermina en 1962, quien legó el palacio al Estado, Het Loo ha atravesado varias fases de restauración. Su más reciente renovación, concluida en 2021, lo ha transformado en un museo de primera categoría dedicado a la historia de la Casa de Orange.

Michel van Maarseveen, director general del museo aseguró que crearon un "espacio de exhibición adicional para que podamos mostrar más de nuestra colección. En una nueva presentación de 'El secreto de Orange', hablamos sobre la relación entre los Países Bajos y las naranjas, pasado y presente, desde Guillermo de Orange hasta el rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima Zorreguieta".

La renovación no solo mejoró la exposición permanente, también hizo que el palacio sea más accesible con la adición de ascensores y rutas más lógicas para los visitantes.

Hoy, Het Loo no es solo un museo sino un testimonio vivo de la historia de Países Bajos, desde sus orígenes como pabellón de caza hasta su papel durante la ocupación nazi y su actual estatus como un centro cultural educativo. Cada esquina del palacio cuenta una historia, desde la arquitectura barroca hasta los jardines de inspiración inglesa, reflejando el legado de una dinastía que ha moldeado el destino de una nación.

AM