A 25 años de la trágica muerte de Lady Di, su figura sigue siendo motivo de fascinación y debate en todo el mundo. Más allá de su legado como "la princesa del pueblo", su vida privada ha sido analizada en innumerables documentales, biografías y testimonios de quienes la conocieron. Ahora, una nueva revelación sobre su hijo mayor, el príncipe William, causó revuelo: en su infancia, habría sentido vergüenza de su madre.
La impactante declaración salió a la luz en el libro William a los 40: el proceso de un rey moderno, escrito por Robert Jobson, donde se cuentan los momentos más importantes de la vida del heredero al trono británico. En esta biografía, se revelan anécdotas de cuando el joven William tenía apenas unos años y vivía en medio de la tormentosa relación entre sus padres, Diana y Carlos.
La frase con la que el príncipe William definió a Lady Di
"Papá no me avergüenza, mamá sí", habría sido la frase que, según el testimonio revelado por The Daily Mail, William pronunció en una cena organizada por su padre, en la que también estaba presente la periodista Bel Mooney y su hija Kitty. Durante la velada, los adultos conversaban y recordaban la serie The Goons, mientras la madre de Kitty comenzó a cantar su famosa canción. La niña, incómoda con la situación, confesó que su madre le daba vergüenza, a lo que William respondió que a él le pasaba lo mismo con Diana.
Si bien puede parecer una reacción espontánea propia de un niño, estas palabras causaron revuelo, ya que Lady Di siempre fue retratada como una madre cariñosa y entregada. Su objetivo era darles a sus hijos una vida lo más "normal" posible dentro del estricto protocolo real. Diana se aseguraba de que William y Harry tuvieran experiencias alejadas del lujo y la solemnidad de la corona, llevándolos a parques de diversiones, restaurantes de comida rápida y hasta viajes sorpresa a Disneyland.
Más allá de esta revelación, el libro también muestra el lado más tierno de la relación entre Diana y su hijo mayor. Jobson destaca que Lady Di solía llamarlo “el hombre de mi vida” y que William, desde muy pequeño, era consciente del sufrimiento de su madre.
A los 10 años, en un intento de protegerla, le dijo que cuando creciera quería ser policía para poder cuidarla. Y cuando se oficializó el divorcio entre Carlos y Diana, el joven príncipe intentó consolarla al enterarse de que perdería su título real: "No te preocupes, mamá, te lo voy a devolver un día cuando sea rey".
El fallecimiento de Diana en 1997 dejó una marca imborrable en William y Harry. Ambos recordaron la memoria de su mamá en distintas ocasiones, ya sea a través de discursos, gestos simbólicos o la inauguración de una estatua en su honor.
VO

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