La princesa Alexia de los Países Bajos no solo es conocida por su estilo y su carismática personalidad, sino también por su destacada formación académica y su dominio de varios idiomas. Como hija de la reina Máxima Zorreguieta y el rey Guillermo Alejandro, la joven creció en un entorno multicultural en donde pudo desarrollar una fluidez impresionante en diferentes lenguas.
Desde pequeña, Alexia y sus hermanas, Amala y Ariadne, recibieron una educación rigurosa en la que el aprendizaje de idiomas fue una prioridad. Como miembro de la familia real neerlandesa, su lengua materna es el neerlandés, pero también ha desarrollado un dominio impecable del inglés, idioma clave en el ámbito diplomático y en la comunicación con otras casas reales. Sin embargo, lo que realmente destaca en su formación es su manejo del español, una herencia directa de su madre, la reina Máxima.
A diferencia de otras princesas europeas que solo se limitan a aprender los idiomas oficiales de sus países, Alexia adoptó el español con fluidez, demostrando una conexión profunda con sus raíces argentinas. En varias ocasiones, fue captada hablando con total naturalidad en español, lo que sorprendió a quienes siguen de cerca la vida de la familia real neerlandesa.
Un futuro marcado por la educación internacional
Además de su impresionante manejo de idiomas, Alexia siguió un camino educativo que la diferencia de muchas otras princesas europeas. Su formación trascendió las fronteras de los Países Bajos, lo que le permitió fortalecer su perfil como futura representante de la realeza.
En los últimos años, cursó sus estudios en el prestigioso UWC Atlantic College, un internado en Gales conocido por su enfoque en la educación global y la diversidad cultural. Allí compartió clases con estudiantes de diferentes partes del mundo, y con nada más y nada menos que la princesa Leonor.
Ahora, Alexia ingresó a la University College London, donde estudia en Ciencias e Ingeniería para el Cambio Social. Esta elección académica refleja su interés por desarrollar un perfil que trascienda lo meramente protocolar y que le permita contribuir en el ámbito social y científico en el futuro.
Mientras continúa con su formación, la princesa Alexia demuestra que ser parte de la realeza en el siglo XXI va más allá del protocolo y la tradición. Su habilidad para adaptarse a diferentes culturas e idiomas es una muestra de que las nuevas generaciones de la monarquía están cada vez más preparadas para enfrentar un mundo en constante cambio.
VO
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