Archie de Sussex, cuyo nombre completo es Archie Harrison Mountbatten-Windsor, es el primogénito de los duques de Sussex, Harry y Meghan. Nacido el 6 de mayo de 2019 en Londres, Reino Unido, este pequeño príncipe ha sido objeto de gran interés mediático desde antes de su nacimiento, al ser nieto del actual rey Carlos III y ocupar el sexto lugar en la línea de sucesión al trono británico.
Un nombre lleno de significado
El nombre de Archie fue anunciado al público dos días después de su nacimiento, el 8 de mayo de 2019. Aunque no se ha confirmado oficialmente el significado detrás del nombre, muchos interpretan que “Archie” refleja una elección más moderna y cercana, mientras que “Harrison” podría traducirse como “hijo de Harry”, un guiño curioso a su padre.
Archie también lleva el apellido Mountbatten-Windsor, utilizados por los descendientes de la reina Isabel II y el príncipe Felipe que no ostentan títulos inmobiliarios. A diferencia de nacimientos reales anteriores, sus padres optaron por omitir el uso de títulos en los primeros años de vida de Archie, refiriéndose a el como “Master Archie”. Esto fue consistente con su deseo de que creciera como un ciudadano privado.
Título oficial como príncipe Archie
Tras el fallecimiento de la reina Isabel II en septiembre de 2022 y la ascensión de su abuelo Carlos III al trono, Archie de Sussex adquirió el derecho de usar el título de príncipe y el tratamiento de “Su Alteza Real”, conforme a la patente real emitida en 1917 por el rey Jorge V. Sin embargo, no fue hasta marzo de 2023 que el sitio web de la familia real actualizó su titulo como “príncipe Archie de Sussex”.
Archie vive junto a su familia en Montecito, California, desde que sus padres renunciaron a sus deberes como miembros activos de la familia real en 2020. Además de su ciudadanía británica, también cuenta con ciudadanía estadounidense por parta de su madre, Meghan Markle, lo que lo convierte en un símbolo viviente de la unión entre dos culturas.
Con ascendencia mestiza, siendo hijo de una madre afroamericana y un padre europeo, Archie Harrison Mountbatten-Windsor representa una nueva generación dentro de la monarquía británica más diverse y moderna que nunca. Su nombre y su historia son reflejo de los tiempos cambiantes en la realeza y de las decisiones conscientes de sus padres para darle una vida más equilibrada y alejada del intenso escrutinio público.
N.L