La escritora Karen Dolby reveló en su libro "Queen Elizabeth Il’s Guide to Life" que la Reina Isabel II tiene una extraña obsesión con los cubitos de hielos.
Según Dolby, la monarca no puede ni ver los cubitos cuadrados por el ruido que producen al chocar contra el cristal de las copas. Es por esto que el príncipe Felipe compró una maquina que crea pequeñas bolitas de hielo y, de ahí en más, el palacio entero no consume hielo en forma cuadrada.
Otra curiosidad relacionada a la señora tiene que ver con los regalos de Navidad para sus más de 600 empleados. Según cuentan, dos secretarias cercanas preparan piezas de porcelana, budines y libros (gastan alrededor de 30.000 libras) para cada uno de los secretarios, gente del servicio doméstico y ayudantes.