Está feliz pasando el verano en Cordoba. “Mirá lo que es este look. Es especial para ustedes”, afirma
Luciano “El Tirri” Giugno (50) mientras se asoma en el living de la elegante casa que comparte con su mujer Mariela “Mimí” Alvarado (30) ubicada en el country Causana. Se instaló en Carlos Paz donde prota- goniza Marcianos en la Casa, una de las comedias más exitosas del verano. El actor se mira al espejo, les consulta a los presentes: “¿Está muy alto el peinado?” y se apresta para posar frente a la cámara. “Estas fotos son fuego. Ya le envío una a Marcelo (Tinelli, 55) no va a poder creer lo que es este lugar”, agrega exultante. El famoso conductor además de ser su primo es su compañero de toda la vida, compinche en decenas de veranos juntos desde su más tierna infancia cuando corretea- ban juntos por las plazas de Bolivar. En los últimos años pasar enero juntos en Uruguay se volvió una tradición, algo que pesó mucho a la hora de decidir trasladarse a la Villa Serrana.
“Cuando me ofrecieron hacer temporada no fue una decision facil. Sacrificar los dos meses en Punta del Este que paso
desde que eramos chicos. El como el heroe y yo como el antiheroe. A él lo mata eso, mis respuestas, mis mentiras, mi sanata. Realmente la pasamos muy bien. Mica y Cande son mis hermanas prácticamente y hablamos todos los dias. Lo mismo con Tiki o Juanita que cuando me vio acá en el teatro me dio un abrazo que me emocionó mucho.
—¿Te sorprendió su visita a Carlos Paz?
—Si, fue una locura. Me puse muy nervioso cuando escuché que llegaba. El me dijo que iba a venir a verme. Nadie podía creerlo. Se tomó un avión privado, vio la obra con la familia y volvió a Punta del Este. Me emocionó y me gustó por la plaza de Carlos Paz. Él tuvo una charla conmigo, otra con Pedro Alfonso y otra con los productores. Valoré mucho su visita y creo que se llevó una muy buena impresión de la obra.
—Que además está rindiendo muy bien en boleterías...
—Si, increíble. Nunca imaginé lo que me pasa hoy en día. Dicen que hay un porcentaje menor de gente respecto a otros años y nosotros tenemos entradas vendidas por anticipado para varios días, además de estar
primeros a nivel nacional, es una locu- “Mimi suspendió la boda, racon Marcelo y su familia desde hace 15 años era algo que tuve que pensar. Además debía invertir para tener la casa hermosa en la que
hoy estoy, sin embargo fue una gran decisión. Estoy feliz aquí y me encanta Carlos Paz”, asegura Giugno.
—¿Extrañas algo de Punta del Este?
—No. Yo me acostumbro a las situaciones. A esta altura de mi vida soy feliz con este presente, no puedo quejarme. Estoy en una casa hermosa, con una obra que le va bárbaro, la gente me ama y encima me pagan. ¿Qué sacrificio es ese? Sacrificio es el obrero que construye la casa vecina a la mía, que a las ocho de la mañana ya está trabajando bajo los rayos de sol.
—¿Y crees que Marcelo sí te extraña?
—Marcelo tiene una gran casa en Uruguay, donde yo tengo mi cuarto que es prácticamente mi casa duran- te el verano. Para nosotros era muy duro separarnos y no pasar las fiestas juntos. Me extraña allá en Punta porque nosotros “levantamos” cualquier mesa. Siempre organiza cenas donde hay unas 20 personas. El “¿Qué hace?” de Marcelo hacia mí, que se vio en el Bailando es algo de toda la vida,
—¿Cómo es tu rutina en Carlos Paz?
—Se me alteraron un poco los horarios, me acuesto
muy tarde respecto a Buenos Aires. Yo tengo una rutina de vida bastante organizada. Como mucho me acuesto a las 2 de la mañana allá. Aquí en Carlos Paz me estoy acostando alre- dedor de las 6. Aún así trato de man- tener la dieta. Soy muy prolijo con la comida. Me llevo todas las noches mi vianda al teatro. Me despierto al me- diodía, hago pileta, escucho hip hop delos‘90ycomounlomoounape- chuga de pollo. A la tarde, tomo ma- te con frutas, y a la noche entre fun- ción y función pido una ensalada que contiene zanahoria rallada, seis cla- ras de huevo y pollo cortado en lámi- nas. Esa es mi comida y así me man- tengo bien. Tengo 50 años y es una edad en la que tenes que cuidarte. Aquí se come mucha pizza y empanadas y yo evito todo ese tipo de cosas, lo aprendí de mi vieja.
—¿Con tu novia en qué etapa están?
—En un gran momento. Llevo siete años juntos con ella. Yo a fin de año pasado tuve un problema de salud bastante serio y ella fue mi columna durante dos meses. En un año cambió todo muy rápido. Ella sigue al lado mío a lo largo de todos estos años. Tiene su personalidad, sus adeptos, es filosa por Twitter, es tremenda Mimi.
Es una mina que me supo bancar en mis peores momentos. Yo antes tomaba alcohol, nunca droga, mirá que yo toqué 20 años con los “Cadillac” y nunca probé un porro. Siempre estuvo, a pesar de que yo podía no atenderle el teléfono en toda la noche. A mí me gustaba salir y no controlaba el tema del champagne, además llegaba a cualquier hora. De un día para el otro dejé y hace cinco años que no tomo alcohol. La última vez que tomé alcohol fue en un show de Fito Páez y Charly García en Colombia cuando yo era el productor.
—¿No volviste a tomar alcohol desde ahí?
—Así es. Al otro día del show me levanté y dije: ‘llego a Buenos Aires y no
tomo más, y nunca más tomé alcohol”. Desde ese momento mi vida cambió por completo. Yo trabajaba en Ideas haciendo casting para “Soñando por Cantar”, de ahí salté al “Bailando por un Sueño” y me estalló la vida. De ahí firme contrato con Sony, saque mi disco, hice una película, teatro, pre- sencias, shows, muchísimas propues- tas. Fue realmente algo muy fuerte lo que me pasó tras esa decisión.
—¿Se van a casar este año con Mimi?
—Ella me dijo que no. Ahora la que no quiere casarse es ella y estoy espe- rando que me lo pida. También nos gustaría agrandar la familia pero la decisión ahora está en manos de ella