Si uno se guía por las últimas noticias respecto a la vida de Luciana Salazar, debería concluir que está en crisis con Martín Redrado y que además está embarazada. Repasemos: el mes pasado el economista viajó a Italia con sus hijos, Martina y Tomás, mientras que la actriz se fue con una amiga a Miami. Primero se especuló con la separación de la pareja, que había oficializado su reconciliación en septiembre del año pasado. Después, la versión fue otra: en realidad ella había viajado a los Estados Unidos para inseminarse artificialmente y que el tratamiento se lo había pagado Redrado. En exclusiva para CARAS, "Luli" rompió el silencio para hablar de su estado sentimental y para revelar un secreto hasta ahora reservado a su círculo más íntimo: el tratamiento de congelación de óvulos al que se sometió el 20 de julio en Miami con un prestigioso médico argentino.
Salazar llegó a Miami, donde realizó una súper producción fotográfica. Invitada por Hernán Gleizer y Fernando Alpern, directores de Optimar International, inmobiliaria líder de desarrollos residenciales de lujo y comerciales del mercado de Sunny Isles Beach, impactó con su belleza en la exclusiva zona al norte de Miami Beach y habló de absolutamente todo en entrevista exclusiva con CARAS. Aquí, sus confesiones:
Su vida junto a Martín Redrado:
Este año tuve que dejar el trabajo de lado para acompañar a mi pareja, pero el tiempo en el que estoy en Buenos Aires lo utilizo para seguir progresando, no soy una persona a la que le guste quedarse quieta. Él trabaja en Washington y acá, y puede manejar algunas cosas a la distancia. Pero ese tiempo en el que yo no estoy trabajando lo dedico a progresar, no me quedo de brazos cruzados. Si no trabajo, estudio. No es parte de mi esencia quedarme quieta.
Con Martín, es una semiconvivencia. Duermo más en la casa de él que en mi casa, de cuatro a cinco días por semana. El también vive con sus hijos así es que tengo que respetar esos tiempos, más allá de que está todo bien. Tenemos una muy buena convivencia entre todos. Martín es muy caballero, siempre paga él. Es una persona que trabajó mucho en su vida y se puede dar el lujo de invitar a su novia.
Tampoco es que estamos viviendo afuera. Como digo yo, “We are living in the sky”. He dormido más en aviones este año que en mi propia cama. Se hace difícil la continuidad, aunque por ejemplo mantuve el grupo musical “Luli & Maluco”, con el que voy a lanzar un tema para el verano.
No podría dejar mi carrera por amor, porque no me sentiría bien conmigo misma.
Qué la atrae de su pareja:
Yo me doy cuenta de lo que significa Martín cuando viajo con él. El respeto que le tienen afuera es impresionante, lo ven como un muy buen economista. Me gusta saber que tengo a una persona tan preparada al lado. Es muy completo en muchos aspectos; se desenvuelve como nativo en italiano, inglés y francés. Es muy respetado. Me seduce desde lo profesional, desde lo íntimo son otras cosas.
Hay cosas que te encantan y otras que no te gustan. En algún punto somos muy parecidos o el tiempo nos hizo más parecidos. Cuando lo conocí no tenía los mismos gustos de ahora. Hasta se animó a tirarse en paracaidas conmigo. Me gusta más el Martín de ahora porque nos divierten las mismas cosas, disfrutamos de pasarla bien, somos quisquillosos los dos y tenemos las mismas manías. En eso nos entendemos muy bien. Y en la intimidad por supuesto pero no es un tema para tratar ahora (risas).
Yo no soy celosa pero me gusta que me respeten. El es más celoso pero es entendible por mi grado de exposición y porque es hombre.
Hacemos terapia de pareja con Martín desde antes de separarnos la última vez, en 2014. Al volver empezamos con terapia cuando decidimos formalizar. Cuando se empezó a rumorear que habíamos vuelto, yo todavía no estaba decidida para encarar un noviazgo. Y no sabía si nuestra relación iba a ser para bien o para mal. Empezamos de vuelta sin formalidad hasta sentirnos seguros. Nos habremos visto a fines de mayo y decidimos hacerlo más serio a mediados de septiembre del año pasado. Pasó un tiempo prudencial porque sucedieron cosas fuertes en el medio, la pelea mediática, entonces era difícil y poco entendible. Teníamos que digerirlo nosotros para después darlo a conocer. Después de lo que vivimos era importante consultar con un especialista que nos pudiera ayudar en el tema porque es difícil subsanar heridas. Entendí que estoy en una postura más fácil que la de él porque soy soltera, no tuve matrimonios anteriores y no tengo hijos. Del otro lado hay que entender que la situación es diferente y conciliarlo con los deseos que tiene uno y si se pueden cumplir. Y a veces, por querer mucho a una persona y no perderla, uno promete cosas que no puede cumplir.
La relación con los hijos de Martín Redrado:
En esta segunda etapa, viví el acercamiento con sus hijos. Lo más lindo fue de parte del mayor, con quien más conflictos mantuve, que tuvo el gesto de acercarse a hablar conmigo. Y nos pusimos al día de todas las cosas y concordamos en qué tontos que fuimos porque eran malos entendidos. Una vez que tuvimos la posibilidad de hablarlo nos dimos cuenta que habíamos perdido cinco años sin ningún sentido. Tratamos de sobrellevarlo muy bien y hoy tenemos una muy buena relación. Compartimos muchas actividades, vamos al cine, salimos a comer...
Su carrera:
Me preparé para ser actriz y cantante. Me gusta todo el tiempo seguir avanzando; ahora tomo clases de oratoria, oara que el día de mañana sea una herramienta para defenderme en mi trabajo. No me gusta improvisar, empezar con un trabajo sin tener una base. Es una forma de siempre estar armada para lo que venga.
La música siempre fue algo muy fuerte para mí. Me estoy preparando para la conducción en televisión o en radio por si mañana quiero enfocar por ahí. A veces es bueno tener armas para defenderte ante las ofertas que puedan llegar, sea una comedida musical o conducir un programa.
El vínculo con las redes sociales:
Reconozco que fui una de las primeras en empezar a usar Twitter junto a Luisana Lopilato. Me divierten las redes sociales, no uso todas, recién ahora me enganché con Instagram. Twitter me gusta porque ponés lo que sentís en el momento. Con Facebook no me enganché e Instagram me divierte aunque soy vaga para sacarme fotos.
En Twitter pongo lo que siento en el momento, por eso después me interpretan mal. A veces perdés la noción de que sos una persona conocida y todo lo que puede generar o pueden conjeturar los periodistas. A veces pongo cosas en código con amigas y los periodistas lo toman para otro lado. Me hincha tener que explicar todo el tiempo, pero es el precio de ser conocida.
El deseo de ser madre:
Yo tengo ese deseo. En mi último viaje a Miami, que se dijo que me había inseminado y estaba embarazada, me fui a hacer una congelación de óvulos, para prolongar la posibilidad de ser madre. Será cuando Dios quiera que sea, pero mi deseo está. Es una garantía para una saber que va a ser mamá en algún momento.
No sé cómo es el proceso en la Argentina. Hace tiempo que averiguo. Cuando salieron distintas versiones pedí cautela y respeto, porque es un tema muy delicado. Lo mantengo en mi intimidad. De mi vida se dice mucho pero muy poco se sabe. Cuento sólo un cuarto de ella. Soy muy reservada y con ésto principalmente, pero como salió a luz decidí aclararlo. El tratamiento lo hice con un médico argentino muy importante de Miami. Tuve que ir a diario a la clínica a sacarme sangre, justo a mí que me dan pánico las agujas y me baja la presión. Me pincharon los brazos todos los días, todavía tengo las marcas. Estaba llena de moretones. Y después me tenía que dar tres inyecciones en la panza casi todas las noches durante 15 días. Ya me venía preparando en Buenos Aires, porque el proceso completo lleva un mes. Tuve que tomar pastillas anticonceptivas para cambiar el ciclo menstrual porque te lo manipulan para que ellos puedan hacer el tratamiento. Lo que tienen los americanos es que son más fríos que los argentinos, entonces les falta esa calidez. Por eso viajé con mi mejor amiga. Era un buen momento para hacerlo porque Martín se tomó unas vacaciones con sus hijos para compensar el tiempo que no pudo compartir con ellos. En esos 15 días además no podés hacer nada. No podés hacer mucho ejercicio físico y no te dejan tener relaciones porque estás tan estimulada que fácilmente podrías quedar embarazada.
Fue una decisión mía, de mujer, de querer tener óvulos bien jóvenes que están perfectos y contar con la posiblidad de ser madre más adelante. No lo conversé con Martín, es que esas cosas no hay que preguntarlas. Son decisiones individuales, pero obviamente se lo conté porque es mi pareja, pero no influye su decisión.
Proyección de boda:
No me quita el sueño una boda. Estoy en una etapa en mi vida en la que si las cosas se dan se dan y sino todo bien. Me adecuo a la realidad. Aprendí a que uno puede ser feliz si enfrenta la realidad de la mejor manera posible. Esa es la forma para que uno esté bien. Pero si vos te amargás frente a tu realidad y las dificultades te llevan a deprimirte, nunca vas a poder estar bien. Si tratás de sobrellevar las dificultades y condiciones que te impone la vida, se hace más fácil. Nosotros somos una pareja muy particular y no nos importa lo que opinen los demás, así es que no tenemos presiones. Antes, a Martín le pesaba el tema público porque él no estaba en este ambiente. Yo venía más curtida por pertenecer al mundo del espectáculo, pero a él le pesaba y nuestras separaciones anteriores tenían que ver con eso, con la presión que implica saber que tu vida está expuesta. Pero ahora, con el pasar de los años, nos hemos curtido mucho los dos. Ya no nos importa, nosotros somos nosotros y lo que nos digan los demás no nos importa. Así sobrellevamos bien lo que se dice y podemos superarlo porque no nos afecta más.
Por Diego Esteves.
Producción: Obvio Media.
Fotos: Enrique Tubio.
Agradecimientos: Pelo: Emilio Uribe; Vestuario: Haus Fashion Lab; Bebe; Benito Fernández; diseñadora traje de baño: Liliana Montoya; Estates of Acqualina Sunny Isles Beach y Optimar International Realty; María Goroff; Paz Cornú; Benito Fernández; Union Good; Peuque; Virginia Appel Accesorios; Litebrush.