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ACTUALIDAD 18-10-2016 11:03

Lucila Polak: "Al Pacino me ayudó a interpretar a una lesbiana"

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Lucila Polak en su casa de Beverly Hills
Lucila Polak en su casa de Beverly Hills |

Su residencia en Beverly Hills es una mezcla de tradición y modernidad. En el cálido condado de Los Angeles, a pocos metros de la costa californiana, y donde tiene de vecinos a Leonardo Di Caprio, Nicolás Cage y Ozzy Osbourne, Lucila Polak desarrolló una de sus grandes pasiones: la Decoración de Interiores. Su casa es un claro reflejo de su manera de ser. “Con el lema ‘menos es más’, decoré mi hogar. Me gustan los espacios al aire libre y que no esten muy cargados de cosas. Amo los lugares abiertos e iluminados, por eso mi residencia tiene muchas ventanas, chimeneas y velas; amo verlas prendidas en invierno. Y en el jardín armé un área de meditación donde hago yoga, es mi terapia desde hace más de veinte años”, dice la actriz desde California a pocos días de su viaje a la Argentina para presentar su última película, “Resentimental”. La expectativa por volver a su país se percibe en su voz. En su entusiasmo al hablar se evidencia que lo hará por primera vez junto a su pareja, Al Pacino, con quien el año próximo cumplirá una década juntos.

“Estamos muy ansiosos. Al quería conocer Buenos Aires y a mi familia que vive en Capital Federal. Coincidimos para que pueda acompañarme en el estreno de mi filme y, a la vez, actuar con su unipersonal en el Teatro Colón. Nos llevamos cada vez mejor; compartimos mucho tiempo juntos. Pero el secreto de nuestra relación es que nos gusta respetar los espacios del otro. Cada uno tiene su casa y convivimos de a ratos. ¡Estoy a cinco minutos de donde vive Al!”, cuenta Lucía.

Polak conoció a Pacino en 2005, en una comida de amigos en común cuando estaba haciendo sus primeros pasos como actriz en los Estados Unidos. Pasaron dos años y esa incipiente amistad se transformó, primero, en noviazgo y, luego, en una nueva familia con la hija de Lucila, Camila Morrone y los hijos del reconocido actor estadounidense, Julie Marie, Olivia y Anton.

“Tengo como pareja al mejor maestro de la actuación. De él aprendí que la cámara no miente, que si en la escena sentís realmente lo que estás interpretando, cualquier técnica es válida. Ver a un artista al lado tuyo y que después de tantos años conserve la pasión por su trabajo, es mi mayor motivación. En esta última película me ayudó a interpretar a una directora lesbiana, un papel totalmente diferente a los que venía haciendo ya que en Hollywood cuando tenés acento latino, te encasillan en los roles de chica sexy”, asegura. El 27 de octubre es el estreno de la cinta donde Polak protagoniza, junto a Brenda Gandini, una historia de amor lésbico y que —asevera— significó su mayor trabajo como actriz:“Fue el rol más desafiante que interpreté. Estoy orgullosa del resultado que se logró. Acepté la propuesta apenas me la acercó mi representante, Mauricio Catarain, quien se encargó de la estética del filme. Me sentí muy contenida por todos, desde la dirección hasta con cada uno de los actores, como Alejandro Awada, Brenda, Fabiana García Lago y Adriano Giannini”. Lucila hace una pausa e inmediatamente agrega:“Mi intención era personificar a una mujer gay, sin caer en una caricatura. Si bien Ellen DeGeneres fue una de mis fuentes de inspiración, tomé cosas de otros lados: vi películas, leí bastante sobre el tema. También trabajé mucho con Al los movimientos físicos de mi personaje: la manera de caminar, de sentarse. Ya vimos la cinta juntos y nos encantó. Lo más lindo fue cuando me felicitó porque no me vio a mí, sino que se metió en la historia de ‘Eva’, a quien interpreto. El muchas veces me dice que uno es tan bueno como las oportunidades que le dan y los riesgos que asume en sus papeles. Siempre me estimula a superarme como actriz. Por eso estoy feliz de poder compartir este momento en mi país con él”, cuenta la ex modelo emocionada.

—Será la primera vez de Al Pacino en la Argentina, ¿Qué expectativas tienen?

—¡Estamos felices de ir juntos, Al quiere viajar ya! Tiene muchas ganas de conocer nuestra cultura y la gente. Principalmente me dice que se muere por comer asado y tomar mates con mi familia, todavía no conoce a mi hermana y a algunos familiares. Ya se armó una agenda para ver shows de tango. El siempre está muy ocupado, pero en esta oportunidad coincidimos para venir los dos a Buenos Aires. A su vez, está muy contento de actuar en el Teatro Colón con su unipersonal “An evening with Al Pacino” —una producción de Adrián Suar, con Preludio Producciones y TIELESS Media, de Federico Polak (hermano de Lucila) y Nacho Laviaguerre Producciones—. En el espectáculo van a poder preguntarle lo que quieran y conocerán más a la persona que al actor. “Nunca me sentí tan bien recibido en un lugar sin haber llegado”, me dijo. Se va a sentir como en casa, adora que los argentinos seamos tan demostrativos.

—¿A qué lugares lo piensa llevar?

—Ya le armé un itinerario privado para que pueda conocer mi ciudad detenidamente. Quiero que coma unas ricas pastas caseras, tome un helado y baile una milonga. Me gustaría que conozca San Telmo y La Boca de a pie, no desde el asiento de un auto. Para palpar la magia porteña hay que transitar sus barrios con tiempo, como lo haría cualquier turista, aunque con él sea difícil. Quizás lo camufle un poco con un gorrito y anteojos para que pueda caminar tranquilo.

—¿Cómo definiría la relación que tienen?

—Somos una pareja en la que se prioriza la libertad, la admiración, la comunicación, el respeto y el compañerismo. Y realmente creo que el secreto de llevarnos tan bien luego de muchos años es que cada uno tenga su casa por separado: sólo convivimos de a ratos en su residencia, en la mía o en hoteles cuando viajamos. Es fundamental que cada uno tenga su espacio e independencia para desarrollar sus actividades. Jamás nos invadimos y eso fue clave.

—¿Les preocupó en algún momento la diferencia de edad?

—No. La diferencia de edad nunca fue tema de preocupación en ninguno de los dos. Cuando conocés a una persona y te enamorás, lo hacés de su esencia, no de su edad. Con Al tenemos muchas cosas en común y eso es lo importante. Sé que cuesta creerlo salvo que algo así te suceda. Los años de diferencia no se sienten una vez que conectás mucho con alguien. La edad es algo muy relativo: hay personas de 30 que tienen mucha menos energía que otras de 60. Al es una persona llena de vitalidad, de ganas de hacer planes. Nos complementamos muchísimo. El me muestra películas y me explica los clásicos y yo a él, otras cosas distintas. Me abrió las puertas a toda una cultura y me hizo conocer un mundo artístico e intelectual fascinante. Todavía tenemos miles de proyectos para hacer juntos.

—¿Entre esos planes, pensaron alguna vez en tener hijos?

—Sí, lo hablamos varias veces pero hoy ya no pensamos en eso. No es una asignatura pendiente en nuestra relación. Cada uno está muy abocado a su profesión. Aparte, él con sus tres hijos y yo con la mía, estamos felices. Los chicos crecieron juntos y esa es la familia que nos une. Esperaré a que “Cami” me haga abuela, aunque aún falte bastante para eso, recién tiene 19 años.

—En cambio, usted fue madre a los 19 con Camila... ¿Cómo fue tenerla de joven y combinarlo con su profesión?

—Fue una etapa de mucha madurez. Si bien inevitablemente tuve que postergar un poco mi profesión, disfruté profundamente la maternidad. Al no haber tanta diferencia de edad, crecimos juntas, nos unimos más. Por eso, al principio me costó separarme de ella cuando se fue a vivir sola a Nueva York, pero tengo que darle su espacio para que desarrolle su vocación. Me encantó ayudarla en la decoración de su departamento en el SoHo neoyorkino. Seguimos siendo muy compañeras y compinches, la visito seguido o ella se queda conmigo unos días en Los Angeles. Quiero dejar que forje su propio camino e identidad, que ya ¡lo está haciendo muy bien!

—¿Cómo ve su crecimiento como “it girl” internacional?

—¡Estoy orgullosa de que la convoquen las marcas más importantes y que tenga las mejores propuestas publicitarias! Pero principalmente me pone feliz ver su manera adulta de manejarse, que tenga los pies tan sobre la tierra. Al haber nacido en los Estados Unidos, “Cami” tiene muchas más oportunidades de las que ni su padre —Máximo Morrone— ni yo tuvimos como modelos. No tiene acento argentino, habla perfecto inglés. Está muy centrada, con ganas de lograr todo por ella misma. Es muy profesional, continúa con sus trabajos en la firma Victoria’s Secret, hizo la primera tapa de “Vogue” Turquía y tiene muchísimas campañas y proyectos a futuro. Es parte de otra generación, donde todo es muy virtual. Cuando ves que tu hija tiene más de 600 mil seguidores en Instagram y vos ni superás los 20 mil, querés cerrar todas las redes sociales (Risas). A veces me filma y sube videos a su “Snapchat” o “Instagram” y ni me doy cuenta que se entera todo el mundo con tantas personas que la siguen. Mis amigos me dicen: “¡Te vi en las redes de Cami!”. Es otro mundo que nosotros no vivimos de chicos, pero me divierte y encanta que ella sí pueda aprovecharlo.

—¿Cuál es la relación de su hija con Al Pacino?

—Se llevan re bien. “Cami” creció junto a Al, por eso por momentos no dimensiona lo que él representa como actor. Lo ve como un familiar más, lejos de los flashes de la fama. Y es lo que a él más le gusta. Tratamos de tener una vida lo más normal posible. No queremos vivir aislados del mundo. Al es muy familiero y sencillo.

—¿Eso fue lo que más la enamoró de él?

—Sí, me enamoró su sencillez y calidad humana. Es un tipazo; lo percibís apenas lo conocés. Si bien no soy celosa — ¡y mirá que la mujeres se le acercan para darle su celular!—, Al siempre se ocupa de darme seguridad. Sé que me quiere a mí. Me encanta su caballerosidad. También me fascina ir al cine con él o ver películas en casa. Hemos visto “El Padrino”, aunque no le gusta mucho verse. Yo soy la fan número uno de Al y él es el mío. Hoy estamos en un momento de nuestra relación donde podríamos actuar juntos, cuando surja el proyecto indicado obviamente lo haremos. Lo más lindo de nuestra pareja es que nos amamos y elegimos como el primer día.

por Naiara Vecchio

Fotos: Rafael Lanús/ Grosby Group.

Produccion: Maria Bossi/ Grosby Group.

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