Emblema por haber albergado a las celebridades más influyentes y fiestas más extravagantes, la Mansión más famosa del estado de California se quedó sin su mayor anfitrión. A los 91 años de edad Hugh Hefner, fundador de la revista Playboy, falleció y se llevó con él la magia de varias generaciones a las que representó en cada una de las hojas de su iconica publicación.
El magnate era famoso por dar las mejores fiestas y vivir rodeado de excentricidades: una infame gruta, casi 22,000 pies cuadrados de espacio habitable y hasta un zoológico privado eran parte de la maravillosa casa.
Poco se sabe sobre lo que pasaba puertas adentro, creando varios mitos sobre la elite de Hollywood, que crecieron a través de los años. Sin embargo, jamás hubo filtraciones de videos ni fotografías y hubo pocos medios capaces de ingresar al mundo de Hugh.
Por supuesto que las mujeres más hermosas no faltaban en cada una de las celebraciones y es por eso que la residencia del empresario se convirtió en un lugar de encuentro para aquellos que "quisieran pasarla bien".
Durante décadas, el erotismo se adueño de la residencia de Hefner, que recientemente había sido comprada por un fanático de la firma del conejito, Daren Metropoulos, hijo del multimillonario C. Dean Metropoulos.
La residencia es parte de Westwood, un lujoso barrio de Los Ángeles y fue vendida en enero de 2016 por una cifra que superó los 200 millones de dólares. Lo llamativo de esta transacción fue que el propio magnate de 90 años se encargó de incluir una cláusula que aseguraba que él viviría allí hasta el día de su muerte.
Tiene 22 habitaciones y cuenta con una bodega, una sala de juegos, un zoológico privado, canchas de tenis, jardines, una cascada y una enorme zona de piscina (que incluye una sauna, entre varios otros lugares).También tiene una casa de juegos y otra de invitados , todo dentro del mismo terreno, además de otros dos edificios: un edificio al lado de la Mansión que es exactamente igual a ésta sólo que más pequeño, adquirido por Hugh Hefner en 1996 en el que reside su ex-mujer, Kimberly Conrad, y los hijos de la pareja, otro en el que recibe a su familia residente en Hawái, y su joya más valiosa (Puanani como el mismo la llama ) Pat Ford. Un edificio enfrente de la Mansión adquirido en 2002 por Hugh Hefner llamado The Playmate House o la casa de las playmates, en el que playmates de Playboy se hospedan a menudo cuando tienen "cosas que hacer" en la Mansión. Además la Mansión Playboy tiene su propio servicio de mantenimiento, de cocina y lavandería: exactamente igual que un hotel, que asiste a todos los residentes de la Mansión.