Durante los ´90, Pamela Anderson ocupó los titulares de todos los medios internacionales y fue considerada una de las megaestrellas mejores pagas de la década. Ganó fortunas y también las dilapidó. Los escándalos vinculados a su vida personal, también ocuparon gran parte de las noticias. Sin embargo, por un largo tiempo se llamó a silencio y se retiró a una vida más calma. Las ofertas laborales ya no eran tantas pero la vida de rica la había abrazado de tal manera, que no la podía abandonar.
Fue así como Pamela, continuó su rutina como si aún siguiera cobrando las exorbitantes sumas de otrora. A fines del año pasado, y vía e-mail, fue ella misma quien le propuso matrimonio al productor televisivo Jon Peters, con quien se conocía desde hacía más de 30 años. El hombre que ya atravesó la barrera de los 70, aceptó de inmediato asegurando que "ella siempre me gustó".
Pero el matrimonio duró menos que un suspiro, o según el mismo Jon, el tiempo necesario para que Pamela pague sus deudas que rondaron los 200.000 dólares. "No hay peor tonto que un viejo tonto", afirmó decepcionado.
Paralelamente, su otro ex, el jugador de fútbol marroquí Adil Rami, contó un secreto en los vestuarios del campo de juegos, que obviamente muy pronto salieron a la luz. Rami, confesó que Pamela fue la mejor mujer de su vida y que con ella tenían sexo "doce veces por noche".
Esta pareja, que se mostró muy feliz en varias ocasiones, tras un período de dos años, finalizó en los peores términos y Anderson se encargó de defenestrarlo acusándolo de mosntruo, narcisista y que no respeta a ninguna mujer, excepto a su propia madre.
