Multifunción en su propio estudio, proyectando y ejecutando, la Arquitecta Carmen Censabella decidió trabajar como profesional independiente. Sentía una gran incertidumbre, pero al año de trabajar en relación de dependencia me fui a emprender mi profesión por mi cuenta”, recuerda Carmen.
¿Cuál siente que es la verdadera tarea que tiene como arquitecta?
Mi principal trabajo consiste en convertir en realidad el proyecto del cliente. A veces no es tan fácil, pero siempre de una forma u otra logramos el objetivo, y eso es mérito de ambas partes, el transmitir y escuchar.
¿Qué tipo de proyectos son los que más le interesan?
Los proyectos de remodelación, ampliación y ejecución de viviendas fueron los más fuertes en estos últimos tres años. Me parece sumamente interesante remodelar casas de pasillo, donde uno se encuentra con materialidades e instalaciones antiquísimas que pueden volver a reutilizarse y combinar con un estilo moderno.
Al tener un patio, ambientes con una mayor altura y amplitud, y una terraza, uno puede lograr una vivienda de mayor superficie, que hoy en día no la tienen los departamentos. Se logra un clima acogedor y en el centro de manzana donde no se escucha el bullicio de la calle, es perfecto.
¿Qué materiales prefiere para lograr ese clima acogedor?
Últimamente estoy utilizando mucho la combinación del hierro con el vidrio, lo que yo llamo vidrio repartido. En un ambiente simple, ese detalle puede levantar muchísimo, como también la presencia de las plantas, que para mí hoy es uno de los puntos principales para dar calidez y vida a un espacio.
Por supuesto, requieren de un mantenimiento, pero para eso hay que poner plantas que subsistan al interior, a la poca luz y al poco riego. Esa conexión con la naturaleza se nota en el local de Guadalupe Cid Bikinis que proyectó en Palermo Soho.
¿Cómo lo logró?
Sí, lo llenamos de plantas. Fue un trabajo arduo, entre la tierra, el riego, podarlas. Pero hoy, uno entra y tiene una sensación de bienestar, de que se está en la playa o en contacto con la naturaleza. Al entrar al local hay un camino que lleva hacia los probadores donde plasmamos en el techo la fluidez del mar con led neón color azul, en combinación con las plantas verdes.
Los probadores, que tienen frases incentivadoras y propias de la marca para que uno se sienta a gusto allí, tienen colores pastel para que resalten los de las plantas, los leds y las mallas. Por ello se utilizaron materiales rústicos como la madera, la soga, el hierro y cañas de bambú para poder lograr ese objetivo.
¿Tiene pensado seguir desarrollando su trabajo tanto en Rosario como en Buenos Aires?
Mi estudio y gran trabajo está en la ciudad de Rosario, pero estos últimos años estuve realizando proyectos y ejecuciones en la ciudad de Buenos Aires que disfrute muchísimo y que seguiré haciendo tanto en capital como en el interior del país.
Para contacto: Urquiza 885, piso 1, oficina 1, Rosario, Santa Fe. - Tel.: (+549341) 624 8127. mail: [email protected].
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