Era un adolescente cuando Miguel Trani decidió que la peluquería y el estilismo era lo suyo. Hoy, con 49 años su pasión por la estética sigue intacta y sobre todo, el deseo de lograr que cada cliente encuentre en su salón el cambio y el bienestar que fue a buscar.
“Siempre me pareció atractivo poder modificar la apariencia de las personas, ver que alguien pueda verse muy distinto por la modificación estética que se le puede hacer. A partir del cabello se expresan distintas sensaciones y emociones. No hay nada más importante que poder interpretar lo que está viviendo el cliente”, asegura el peluquero.
Miguel es titular de “Trani Estilistas”, una peluquería emblemática de la ciudad de Neuquén que abrió sus puertas previo a su paso por Europa. “En reiteradas ocasiones les digo a mis clientes que las grandes actrices y actores tienen un equipo que los ayuda a verse como se ven, además de los retoques fotográficos, claro”.
"A partir del cabello se expresan distintas sensaciones y emociones. No hay nada más importante que poder interpretar lo que está viviendo el cliente”.
El profesional se ganó una beca para trabajar en Barcelona, en la que tuvo la suerte de aprender de Luis Llongueras, reconocido estilista. Allí pudo trabajar en los mejores salones internacionales aplicando diversas técnicas, en las que destaca el visagismo.
“Una de las características más importantes en la profesión de estilistaes poder adaptar el color, el tipo de corte y peinado a la cara de la persona. A esto, mundialmente, se lo llama visagismo”.
Por esta razón, Trani explica más sobre esta técnica. “Es una materia de la configuración del rostro y del cuerpo, en base a la altura, el ancho de la cara y la distancia que hay entre los ojos, la boca y la nariz al que se llama “triángulo esencial”. El visagismo es apasionante y su estudio sirve para saber qué corte le quedará mejor a la persona”, asegura el estilista.
Con el la idea de dedicarle al cliente un tiempo previo a la atención, en la peluquería se analiza absolutamente todo. “No dejamos pasar nada. Miramos a las clientas para ver como están vestidas, qué bijou y qué maquillaje usa, cómo tiene arreglada las manos, son todos detalles que te muestran su perfil, además de todo lo que te cuentan”.
Estas observaciones permiten crear un estilo que tenga que ver con cada persona. Por eso el peluquero resalta el interés sobre esto y su importancia antes de proponer un cambio.
Por supuesto, además de sus técnicas de primer nivel, cuentan con los mejores productos del mercado. “En la peluquería trabajamos con Moroccanoil, una línea israelí que marca diferencia en el resultado final con su aceite de argán y champúes que mejoran la calidad de la fibra. También con los productos de coloración de Schwarzkopf, empresa alemana, que ayuda mucho al nivel cosmético del cabello”.
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