miércoles 17 de diciembre del 2025

¿Comer o sufrir? Hablemos de la selectividad alimentaria

Por: Lic. Bernedo Lucía Galería de fotosGalería de fotos

¿Comer o sufrir? Hablemos de la selectividad alimentaria
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Si a tu hijo le cuesta probar nuevos alimentos, o si vos mismo siempre terminás comiendo “lo de siempre”, puede que estés frente a lo que llamamosselectividad alimentaria o alimentación restrictiva. Y ojo: no estoy hablando de caprichos, ni de mañas con la comida. Muchas veces detrás de esto hay una base sensorialque explica mucho más de lo que imaginamos.

La comida no es solo sabor: incluye texturas, olores, colores, temperaturas y hasta sonidos (¿nunca escuchaste el ruido de una galletita al morderla?). Para algunas personas, estos estímulos son demasiado intensos. Por ejemplo, la textura babosa del tomate puede resultar insoportable, o el olor fuerte del pescado puede ser un límite innegociable. En otros casos, se busca siempre lo mismo porque da seguridad: un alimento conocido, con textura o colores predecibles y sin sorpresas.

La selectividad alimentaria puede aparecer tanto en la infancia como en la adultez. Muchas personas adultas conviven en silencio con un menú restringido, evitando salidas sociales o sintiendo culpa por no poder “comer normal”. Y acá viene la buena noticia: hay formas de evaluar y comprender si se trata de un perfil sensorial particular, de hábitos adquiridos o de otra dificultad relacionada con la alimentación.

¿Por qué es importante prestarle atención? Porque la alimentación impacta en la salud física, mental, emocional y social. Identificar el origen de la selectividad (sensorial o no) nos da herramientas para acompañar el proceso, ampliar de a poco la variedad y, sobre todo, quitar la culpa.

Si te ves reflejado/a, o si pensás en tu hijo/a cuando lees esto, quizás sea momento de indagar un poco más. Consultar con una Terapeuta Ocupacional especializada en Integración Sensorial y Alimentación, o bien con un equipo interdisciplinario que trabaje sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria, es clave. No se trata de obligar ni de forzar, sino de entender, respetar los tiempos y sumar apoyos.

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