Vivimos en tiempos muy locos, nada nuevo por aquí…El disparador de esta columna, ha sido un acontecimiento de público conocimiento de estos últimos días en torno a una pareja que ha decidido separarse tras muchos años de amor y vivencias compartidas.
¿Por qué le debemos tanta exposición, explicación y hasta disculpas al afuera? ¿El poseer una imagen pública lleva consigo la obligación de desnudar aspectos tan íntimos de nuestras vidas, y servirlos a un público inquisidor para que se nos juzgue sin ningún tipo de contemplación?
¿Necesitamos someternos a la mirada de otro “random” carente de compasión, en busca de qué? ¿Para complacer o liberar a quién?
¿Dónde está el límite?
Como verás son mas cuestionamientos que consideraciones las que pretendo hacer al respecto, para invitarte a reflexionar. Porque en algún punto esto nos reúne a todos sin excepción.
Ya es suficiente.
Como profesional del mundo de la imagen necesito que esto quede claro.
No se debe confundir el contar con una imagen conocida, ser “famoso”, deberme” a mi público” con la pérdida de la autopreservación e incluso de la autoestima.
La salud emocional y mental está en juego.
Y nadie, escondido sobre todo detrás de redes opinantes anónimas, debería tener el derecho ni el poder de bajar el pulgar y tirarte a los leones…
Pasaron ya varios siglos de aquellas prácticas que hoy en día lamentablemente parecen recrearse.
El mundo de las apariencias es muy fácil de ser derrumbado por más que trabajemos en fachadas estéticas y estratégicamente vencedoras. Porque absolutamente nada le gana a la autentico y lo real.
En mayor o menos sentido esta situación nos atraviesa a todos. Vivimos sosteniendo el qué mostrar para ser aceptados, el qué decir para ser escuchados, el qué expresar para ser reconocidos.
Mi recomendación es, no busques más fuera de ti que en las profundidades de tu autentica identidad.
Preserva eso tan valioso que no debemos regalarle a ningún fulano… TU INTIMIDAD.
Construite con cimientos sólidos. Tus éxitos, decepciones, fracasos, tus frustraciones no te definen. Justamente hacen de ti la persona que te trajo hasta donde hoy estas parada.
No otorgues el control ni la valiosa oportunidad de juzgarte a quien no tiene el más mínimo derecho de hacerlo.
Todo pasa.
@fioserrentino [email protected]







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