Es en la piel donde mejor se observa el pasar de los años; en ella se suma el envejecimiento biológico y el fotoenvejecimiento, que puede ser evitable. Este envejecimiento es una sumatoria de todos los cambios que se dan en la piel desde que nacemos.
El envejecimiento cutáneo es un fenómeno biológico complejo que afecta a los diferentes componentes de la piel. Existen efectos intrínsecos y extrínsecos en este proceso.
En cambio, el fotoenvejecimiento está definido como los efectos clínicos sobre la piel producida por las radiaciones ultravioletas en forma crónica, es decir, el daño producido por el sol, acelerando el envejecimiento de la piel.
El fotoenvejecimiento es un problema que crece día a día impactando a nivel físico y mental, que afecta la calidad de vida.
Además, pasados los años de fertilidad, en la mujer comienza un período de declinación hormonal o climaterio. Las menstruaciones se hacen irregulares hasta que desaparecen definitivamente, entrando en el período de la menopausia. Al cesar la actividad endócrina de los ovarios, todos los órganos relacionados fisiológicamente con las hormonas estrogénicas tienden a atrofiarse. La deficiencia en estrógenos se traduce en un funcionamiento más lento de las células cutáneas.
El resultado es el aceleramiento del proceso del envejecimiento: disminuyen las defensas naturales y la capacidad inmunológica; se puede acentuar el fotoenvejecimiento, la piel pierde más elasticidad y se produce una deshidratación importante en la capa córnea; la actividad oxigenante desciende y la energía se hace escasa, con lo que la renovación celular decrece; la piel pierde vitalidad y se debilita.
Es por eso que hay cuidados que podemos tener y minimizar el envejecimiento de la piel:
Utilizá:
- Cosméticos hidratantes, reafirmantes y nutrientes, para mantener la hidratación y corregir déficits secretores, así como estimulantes del metabolismo celular.
- Devuelve a la piel los aceites esenciales que va perdiendo a través de los años.
- Nutre en profundidad, aportando proteínas, vitaminas y otros componentes activos.
- Activa la regeneración celular
- Evita la sequedad y descamación.
- Suaviza y lubrica la piel.
- Concurrí al especialista para poder usar ácidos adecuados que afinen tu piel en las épocas convenientes del año; de esta forma se atenúan las arrugas, se mejoran las manchas y se eliminan lesiones por engrosamiento de la capa más superficial de la piel.
- Los retinoides tópicos mejoran la aspereza, la flacidez, arrugas finas, hiperpigmentación, léntigos solares y telangiectasias.
- El ácido glicólico mejora las arrugas superficiales, hiperpigmentaciones, verrugas seborreicas y queratosis actínicas
- Usar fotoprotectores tópicos durante la exposición al sol con FPS > 30 como mínimo
- No tomar baños de sol prolongados ni en salones de bronceado, que a largo plazo inducen al fotoenvejecimiento.
- Evitar la exposición solar a rayos UV entre las 10 y 15 horas, que son las de mayor intensidad.
- Bloquear la luz solar usando vestimenta protectora, como sombrero de ala ancha y lentes oscuros.
La mejor estrategia es la prevención. La educación es un aspecto importante en el control de los síntomas. Los regímenes de tratamiento deben incorporar los mismos principios: protección frente a las agresiones ambientales, buenas prácticas de higiene, e hidratación interna y externa adecuadas.
El cuidado diario de la piel no solo previene el desarrollo de enfermedades cutáneas, sino que también mejora la autoestima y permite que la mujer esté más en contacto consigo misma.
Es por eso que para saber cuál es la necesidad de tu piel, lo primero que tenés que hacer es conocer qué tipo de piel tenés y, de acuerdo a eso y a tu edad, se puede diseñar una rutina adecuada.
Asesórate antes de invertir en tu piel!
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San Nicolás de los arroyos, Pcia. De Buenos Aires.