martes 23 de abril del 2024

VUELTA A LA PRACTICA DE YÔGA PRESENCIAL EN ZONA NORTE

María Agustina de Airisland nos cuenta de la vuelta a las prácticas presenciales de yôga en zona norte y de los beneficios de este ejercicio holístico ancestral. Galería de fotosGalería de fotos

CREDITO CARAS

¿Qué beneficios consideras que nos trajo la pandemia en relación a la práctica de yôga?

La virtualidad desde el comienzo de la pandemia nos tendió un puente, para poder pedir ayuda, para comunicarnos con esas personas que teníamos lejos, pero que en el corazón teníamos muy cerca.

De ese tiempo a hoy muchas cosas nos pasaron, todos o muchos de nosotros hemos perdido a un ser querido, una relación, o un cambio drástico en nuestra vida que hemos de transitar para salir adelante.

En ese sentido durante la pandemia desde nuestros hogares poder seguir practicando yôga y transitar todos estos momentos nos fue de gran ayuda. Muchas personas se iniciaron debido a los cambios en sus rutinas y en muchos casos gracias al mayor tiempo disponible en casa.

Tuvimos espacio para entrar a vivir con casi nada previsto y es ahí donde se pone a prueba nuestra valentía… creo que ese fue el mayor desafío de estos años que pasamos.

 

¿Qué le dirías a alguien que está iniciándose?

Todos pasamos por un primer momento donde buscamos un cambio en nuestra vida en el mejor de los casos o un momento más bien de reparación de cualquier ruptura emocional o física que hemos sufrido, es ahí comúnmente donde las personas nos acercamos a estas prácticas ya sea de yôga o meditación, estamos buscando siempre en el fondo un cierto estado de tranquilidad interior que no vemos reflejado en lo externo.

Gracias a esta enfermedad, crisis o duelo es que llegamos acá y digo con seguridad gracias porque es desde el dolor donde podemos lograr superarnos y trabajar en nuestra salud física y mental en una sociedad que nos pide con urgencia este tipo de cambios.

La práctica de yôga es un gran acompañamiento para todos esos tránsitos, a diferencia de muchas otras disciplinas físicas lo que siempre me enamoro en mi vida es que tiene un componente mental, donde tenemos que involucrarnos y eso nos lleva a un estado de calma.

Trabajamos sobre nuestra fortaleza interior y exterior, al tiempo que mantenemos un cuerpo flexible y en equilibrio, pero el mayor desafío que yo considero a trabajar es la paciencia… la paciencia con uno mismo que tenemos que cultivar día a día.

Todos tenemos la posibilidad de poder desarrollar estas, llamo yo virtudes, en la medida que nos regalemos este tiempo para cultivar nuestro interior.

 

¿Cuál es el mayor beneficio que vez en esta práctica?

Lo interesante es que más allá del tiempo que nos tomemos en nuestro día para hacer una práctica de yôga o una meditación diaria, con el paso del tiempo vemos reflejados estos cambios en nuestra vida, nos volvemos más conscientes en nuestro accionar, mas empáticos y eso nos lleva a un cambio en nuestros hábitos que los veremos reflejados como un gran bienestar en nuestra vida.

La escucha y observación de nuestro cuerpo es lo que nos puede llevar a liberarnos de muchos mandatos y condicionamientos familiares y sociales, el cuerpo habla mucho más que nuestra boca, ahí está la importancia real de estos hábitos, que son los que cultivo en mi vida y desde ahí me abro a compartir.

 

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PH Ayelén Romero

Colaboración: Daniela Baschiera y Camila Lazarte

 

 

 

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