La inspiración detrás de Nonna Nera surgió durante un viaje, cuando tuve la oportunidad de conocer el mundo del café de especialidad de primera mano. Descubrí una pasión que no sabía que tenía, y me di cuenta del gran potencial que tenía el café, especialmente en Córdoba, donde esta cultura recién comenzaba a despegar. Además, siempre he visto las cafeterías como un lugar de encuentro especial: un espacio para relajarse, disfrutar, trabajar o compartir con amigos. Nonna Nera refleja esa esencia.
El nombre, “Nonna Nera”, es un homenaje a mi abuela, una gran cocinera y una luchadora incansable en la vida. La identidad del café está inspirada en ella, en su calidez y amor por la buena comida.
Desde nuestra apertura, hemos mantenido el enfoque de ser un lugar donde los clientes pueden relajarse y disfrutar. A lo largo del tiempo, hemos escuchado atentamente sus sugerencias, adaptando y mejorando nuestra carta para seguir ofreciendo una experiencia satisfactoria.
En Nonna Nera mantenemos una relación cercana con nuestro tostador de café, revisando constantemente los lotes para asegurar que la calidad esté siempre a la altura. El criterio clave es un perfil de tueste que se adapte a nuestros clientes: buscamos un café de acidez media, con un cuerpo cremoso y un retrogusto bien equilibrado.
Para métodos filtrados, rotamos una gran variedad de cafés, lo que nos permite ofrecer distintas experiencias. Además, contamos con 15 blends de té que van desde cítricos y frutales hasta florales, especiados y herbales, buscando satisfacer todo tipo de paladares.
El espacio de coworking ha tenido una respuesta muy positiva. Recibimos una variedad diversa de clientes: estudiantes que se juntan para realizar trabajos, freelancers que vienen con sus computadoras a trabajar, e incluso reuniones corporativas.
Estamos en constante evolución para mejorar la experiencia de coworking. Actualmente, planeamos incorporar más equipamiento que facilite las reuniones y haga que los clientes puedan aprovechar al máximo el espacio. También estamos evaluando la posibilidad de implementar un sistema de membresías para aquellos que lo utilicen regularmente, sin que esto implique alterar el sistema gratuito.
Uno de los momentos más gratificantes es ver la sonrisa de los clientes cuando reciben su pedido. Esa expresión de satisfacción después de probar un bocado o un sorbo es indescriptible. Además, recibir el agradecimiento de emprendedores que encuentran en nuestro espacio de coworking un lugar gratuito para avanzar con sus proyectos, refuerza la idea de que estamos en el camino correcto.
El mayor desafío en la gastronomía es que es un trabajo artesanal: aunque tenemos recetas y lineamientos, dependemos 100% de las manos que preparan cada plato y cada taza. No siempre las cosas salen perfectas, pero la clave está en saber cómo actuar en esos momentos críticos. De estas situaciones hemos aprendido tres cosas fundamentales: escuchar al cliente, confiar en nuestro equipo y estar convencidos de lo que hacemos.
Instagram: @nonna.nera