Aunque hace más de 14 años que no están juntos, Brad Pitt y Jennifer Aniston siguen siendo noticia. La pareja es ahora foco de atención porque salió a la luz la cifra por la que vendieron su mansión en Beverly Hills.
La entonces pareja compró esa residencia por 11,5 millones de euros en 2001 para venderlo en 2005 tras su divorcio al empresario Jonathan Brooks, quien decidió venderla por, nada menos, que 50 millones de euros.
La espectacular casa de los años 30 es obra del famoso arquitecto Wallace Neff, creador del California Style, que la diseñó para otra pareja de actores: Fredric March y Florence Eldridge.
Además de Pitt y Aniston, otro de sus propietarios fue la filántropa y socialite Wallis Annenberg, que se la vendió al abogado de las estrellas Ken Ziffren, de quien los actores la adquirieron. La mansión se encuentra al lado de una casa estilo James Bond que en su día perteneció a Danny DeVito.
Brad y Jennifer estuvieron casi tres años renovando la casa para dejarla a su gusto, incluyendo pisos de mármol con calefacción, una sala de proyección y, según cuentan los medios americanos, incluso un suelo de madera procedente de un château francés con 200 años de historia.
A la espectacular propiedad, que cuenta con un pub, bodega y una preciosa piscina, el actual dueño ha añadido una cancha de tenis y una casa para invitados.