A las 12 del mediodía de un caluroso sábado de febrero el bebé camina por la casa, seguido por su mascota “Bailey”. El cariñoso labrador que le regaló su papá para que crezcan juntos intenta robarle un juguete de la mano mientras él le grita: “No” y hace el gesto con su dedo índice. “Desde los 14 meses que se lanzó a caminar solo, no para de correr. También le encanta hablar por teléfono y entablar conversaciones con ‘Bailey’, que es la palabra que más pronuncia. Antes había aprendido a decir caca y la repetía en todo momento. Cuando ve que nosotros retamos al perro, hace lo mismo imitando nuestro tono. Tienen una relación muy linda, más allá de que me cela cuando estoy con Bailey: hay una disputa de protagonismo entre los dos”, dice Alejandro “Marley” Wiebe (48) sobre Mirko, quien con un año y tres meses ya manifiesta su personalidad. “También sabe cuál es el botón de la cámara de mi celular y se saca selfies”, agrega mientras a pocos metros su hijo ahora agarra el control remoto del televisor y busca un canal de dibujos animados.
“Así de inquieto se pone apenas se despierta. Me está costando irme a trabajar porque me abraza y no me suelta cuando le digo que me voy al canal. Le agarra un ataque de llanto. Antes lo distraía y me iba, ahora le explico que vuelvo más tarde y debe quedarse con Nely, la persona que me ayuda en casa: es mejor que sepa por qué se va su papá”, asegura el conductor de Minuto Para Ganar (Telefe), quien ya prepara su próximo programa Por el Mundo. “A fines de marzo viajo con Susana Giménez a Nueva Zelanda, luego me voy con Lali Espósito a Australia y con Florencia Peña y su hijo Felipe —quien dice que es más tranquilo que su heredero— a otro destino que estamos definiendo. Estoy hablando en todo momento con el pediatra sobre los países que visitaré para tener todas las cosas que Mirko necesite. Vamos a ver cómo se adapta en el viaje porque es un bebé más demandante: le llevaré muchos juguetes. Igual sociabiliza rápidamente: en los días que estuvimos en Pinamar y conoció el mar, le encantaba meterse al agua y jugar con los chicos que estaban en la arena”, cuenta sobre el bebé que es Récord Guinness por ser el más viajado y seguido en Instagram del mundo.
—¿Cómo explica el furor que su heredero tiene en las redes sociales?
—Creo que, en parte, puede ser que la gente trasladó hacia mi hijo el cariño que me tiene. Pero después pasaron cosas que se me fueron de las manos. Leí notas en portales del exterior sobre Mirko que decían: “El mayor influencer en Argentina es un bebé con casi tres millones de seguidores en Instagram y un Martín Fierro Digital de Oro”. Es fuerte pero lo que tiene de interesante esta gran repercusión es que cada vez más personas aceptan nuevos estilos de familia: de padres o madres solteras con hijos. Todos los mensajes que recibo son con buena onda: la gente ve a Mirko como si fuese el bebé del país, eso me expresan en la calle, lo consideran un familiar más. Y lo más lindo es que me lo dicen desde niños hasta personas más grandes que sienten a mi hijo como un nieto.
—Ese sentir también se manifiesta en el Instagram de Caras, que alcanzó los 2 millones de seguidores...
—¡Los felicito por semejante logro! Las redes son muy importantes ya que todo se refleja en ellas. Estoy muy agradecido a la revista porque siempre acompañó mi carrera y mi sueño de ser papá. Desde que me enteré que iba a tener un hijo, Caras registró cada etapa del crecimiento de Mirko, tengo todas esas notas guardadas para que mi hijo las vea de grande.
—¿Qué le responde a los que no están de acuerdo con la exposición de los niños?
—Respeto todas las opiniones. En lo personal, pienso que hoy los chicos crecen de otra manera y naturalizan el tema de las redes sociales. Mientras Mirko se divierta, voy a dejar que haga lo que quiera. El día que me pida que no lo exponga más, dejaré de hacerlo. Aunque es difícil que no tenga exposición con un papá famoso. Por ahora, él juega y expresa su felicidad cuando le saco fotos o grabo.
—¿Qué otros aspectos de su personalidad Mirko manifiesta?
—Es temperamental y súper cariñoso: si bien lo acostumbré a dormir en su cuna, a veces lo traigo a mi cama y si no me toca la cara o abraza, no se duerme. Necesita el contacto permanente. Pero hago colecho sólo los fines de semana o cuando no trabajo al otro día ya que si me acuesto con él no descanso bien: ¡Se mueve todo el tiempo! Jaja... Así de dado y pegote es con todas las personas que conoce y saluda. Es un bebé muy estimulado, principalmente por todos los viajes que hizo y los juegos que le muestro de chico. Los médicos me dijeron que la movilidad de Mirko está más desarrollada en relación a otros chicos de su edad. Y ese avance motriz tiene que ver más con la estimulación que la inteligencia.
—En ese día a día de la crianza, ¿Ya tuvo alguna crisis como papá?
—No sé si crisis pero sí a veces me pregunto si estoy haciendo las cosas bien como padre. Soy un poco obsesivo con el tema de la alimentación, trato de que sea lo más saludable y orgánica posible: no quiero que tome gaseosas ni ingiera dulces. Por momentos me siento culpable cuando veo que otros padres le dan chocolates a sus hijos, pero prefiero dilatar lo máximo que pueda su contacto con las golosinas. Por suerte, le encanta el pescado, la merluza, la carne, el pollo, las frutas y las verduras. Come de todo. También le doy cereales sin azúcar cuando le piso la banana. En lo personal también trato de cuidarme con las comidas e ir al gimnasio cada vez que puedo. Aunque me cueste, trato de no ser tan permisivo: mi idea como papá es ponerle límites para que no tenga las cosas por capricho. El otro día fue la primera vez que le dije que no haga algo con un tono más fuerte y me hizo caso.
—Ya están sus padrinos Susana Giménez y Coco Fernández para malcriarlo...
—¡Jajaja! Sí, ellos vienen a visitarlo seguido pero todavía no se lo llevan a pasear porque por ahora es chico. Virginia Elizalde, la mujer de Coco, me ha dicho de pasarlo a buscar para que juegue con sus nietos pero me cuesta dárselo. Más adelante llegará el momento de irse solo con sus padrinos ya que cada día los reconoce más.
—Y de paso usted recupera un poco su vida social...
—¡Sí, es verdad! Porque desde que llegó Mirko salgo muy poco. Me da un poco de fiaca salir porque al otro día estoy cansado y no tengo la misma energía para jugar con mi hijo.
—Y cómo va a hacer cuando llegue la hermana de Mirko...
—¡No sé! Me encantaría tener la nena con la misma donante de Mirko pero todavía no inicié el trámite. Lo postergué ya que es tanto el tiempo que te lleva el proceso y la crianza de un hijo que no quiero hacer las cosas con apremio. Lo pensaré y realizaré bien cuando regrese de viaje a mediados de año con el programa “Por el Mundo”.
—¿También sueña con formar una familia junto a una pareja?
—Sí, por supuesto. Pero siento que llegará cuando tenga más tiempo y mis cosas estén más ordenadas.
—¿Conserva el contacto con la madre subrogante de Mirko?
—Sí, nos mensajeamos permanentemente. Le envío fotos de Mirko o me comenta junto a su marido las publicaciones que comparto en mis redes. Ellos siguen minuto a minuto el crecimiento de mi hijo: en particular, por ser centroamericana, estaba orgullosa cuando vio el video de Barack Obama jugando con Mirko. También me dijo que no podía creer que el bebé que tuvo en su vientre ya conoció a Diego Maradona, Lionel Messi y el Papa Francisco.
—¿Se siente una persona iluminada?
—Sí. Si existe un Dios siento que me ha tocado con una varita mágica y dado cosas hermosas para disfrutar en la vida. Creo que uno se esfuerza y busca el destino, no es todo automático. Pero la verdad es que el cariño desbordante que recibo todos los días es una bendición, algo invaluable. Al comienzo pensé que mi anuncio de convertirme en papá soltero podía despertar miradas críticas pero nunca recibí una agresión. Estoy tratando de devolver ese amor que recibo, ayudando cada vez que puedo a los que lo necesitan. Hace diez años ayudé a un chico de Sudáfrica y hace un año que en Haití soy como un padre sustituto de una nena de cinco años. Me mandan la documentación con su nombre y apellido y le pago toda la alimentación y los medicamentos durante su infancia. Ella sabe que soy yo el que la ayuda, nos hablamos, el otro día le conté algo de mi historia: se lo escribí en Inglés y después se lo tradujeron en francés que es su idioma. También me envían las fotos de cómo va creciendo y educándose. El día de mañana me gustaría conocerla personalmente. Es un proyecto de la ONG Save the Children que está buenísimo y me encantaría que se replique en Argentina. Quiero aprovechar la popularidad para ayudar a los chicos de mi país.
A las dos de la tarde Marley responde la última pregunta de la entrevista y Mirko se acerca, pidiéndole que lo alce. “Es increíble cómo sabe cuando es la hora de la siesta. Le doy la mamadera y se duerme enseguida”, confiesa mientras le acomoda el cabello detrás de la oreja. “Nunca imaginé ser padre de este bombón tan bueno y cariñoso. En lo profesional también estoy agradecido porque mejor no me puede estar yendo. Es la primera vez que siento que todo en mi vida está en su lugar”, concluye mientras su hijo reposa plácido en sus brazos.
Estilismo: Sol Miranda. Agradecimientos:
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