Galería de fotos
Compartí esta nota
Tenía fecha para fines de octubre pero Chloe decidió aumentar la ansiedad de la familia Insaurralde y “hacerse esperar”. Jésica Cirio y Martín Insaurralde contenían mutuamente las ganas de tener en brazos a su primera hija y hoy eso es una realidad. Finalmente les dieron de alta del sanatorio Otamendi y la modelo junto a su pareja y su chiquita pudieron volver a casa para disfrutar a pleno de esta nueva etapa.
Entre risas y muy buena humor, los flamantes papás se retiraron del sanatorio y posaron ante las cámaras de los fotógrafos que los esperaban en la puerta para retratar este momento de alegría total.
Antojos de mandarinas y siestas mirando tele, sirvieron para hacer más llevaderos los últimos tramos del embarazo. Finalmente, el sábado 4, “Jesi” sintió que era hora de marchar hacia el sanatorio Otamendi. Alojada en la suite principal, la pareja se alistó para comenzar el “trabajo de parto”.
Jésica quería que su hija naciera por parto natural. Por esa razón pasó cerca de seis horas hasta que no aguantó más y su médico, Alejandro Falco, su partera, Mariela, y todo su equipo, indicaron la cesárea.
“Arranqué a las 22 con contracciones y a las 2 con trabajo de parto hasta las 6:30 pero fui a cesárea porque la gorda estaba agotada y la frecuencia cardíaca ya no estaba ideal. ¡Fue terrible”, contó.
“Estoy agotada porque fue cesárea y es muy complicada y ahora estoy con suero y bastante dolorida pero súper feliz. Fue una noche dura, me emocioné mucho y lloré. Fue muy largo pero terminar de recibir en mis brazos a Chloé fue lo más maravilloso del mundo y se me fue el dolor”, agregó luego de la primera foto con su hija (que pesó 3,160 kg. y midió 49 centímetros) en brazos. “Es el momento más feliz de mi vida; el amor más lindo que puede sentir una persona. Bienvenida Chloe a nuestras vidas, te vamos a amar eternamente”, escribió bajo la tierna postal.
