Por Rosella della Giovampaola
Ha sido Kate Moss uno de los iconos fashion indiscutidos de los años Noventa: el hecho de no tener una altura de modelo no le impidió conquistar pasarelas y tapas de revistas que la consagraron musa y símbolo por lo menos a lo largo de dos décadas.
Quien parece ser la heredera legítima es su hija Lila Grace, de dieciocho años, que Kate tuvo con el editor Jefferson Hack. Desde que firmó para la homónima agencia de moda de su madre, Lila empezó la carrera de modelo sin parar. A pesar de su edad, la joven ya apareció en las tapas de “Vogue Italia”, “V Magazine” y “Dazed” (su padre es el co-fundador y director editorial de Dazel Media), además de lucirse en las campañas publicitarias de Marc Jacobs Beauty y Miu Miu.
Era natural entonces que Miuccia Prada la eligiera para abrir el desfile digital de MiuMiu en la última Paris Fashion Week 2020, marcando así el debut de Lila sobre la pasarela: Kate también desfiló por primera vez a los dieciocho años, en 1992 para Dolce & Gabbana después de haber sido descubierta unos años antes en el aeropuerto JFK de New York.
En ocasión del debut del inglés Kim Jones para Fendi Haute Couture (el diseñador es muy amigo de Kate) madre e hija subieron a la pasarela juntas. La primera en desfilar fue Lila, enfundada en un vestido couture enteramente cubierto de perlas, detalles semi transparentes y joyas diseñadas por Delfina Delettrez Fendi. Lila abrió el camino a mamá Kate, quien la siguió con un vestido de seda largo color gris perla escotado. Nos queda solo esperar la próxima aparición de Lila para admirar otra vez quien ya se anuncia como la nueva “star” de las semanas de la moda internacionales.