El mundo se vio revolucionado días atrás tras la viralización de unas fotos donde se podía ver al Príncipe Guillermo siéndole infiel a Kate Middleton con Rose Hanbury, marquesa de Cholmondeley. Los rumores apuntan a que este habría tenido un affaire con la aristócrata durante el último embarazo de su esposa. Si bien no se esperaba que la Corona se pronunciase al respecto, la realidad es que los medios aprovecharon este episodio para someter al nieto de la reina Isabel II a un escarnio público.
En busca de un poco de paz y escapar del asedio mediático, Guillermo fue respaldado al 100% por Kensington Palace sobre el hecho de llamarse a silencio. Y en consecuencia, el hijo de Lady Di decidió poner cartas en el asunto para silenciar a la prensa. Eso sí, optó por dejar el problema en manos de un prestigioso gabinete legal londinense, Harbotte y Lewis.
En una carta enviada por el bufete de abogados a un medio de comunicación, dejaron por sentado que de volver a insinuar que el Príncipe le ha sido infiel a su mujer, podrían sufrir graves consecuencias. "Además de ser falso y dañino, la publicación de falsa especulación respecto a la vida privada de nuestro cliente también constituye una violación de su privacidad, conforme al artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos", reza el escrito.
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