La reina Camila dio positivo de coronavirus y tuvo que detener sus actividades públicas de esta semana, según un comunicado del palacio Buckingham. En dicho documento confirma el buen ánimo con el que se encuentra la reina y está en total reposo. Horas antes, la familia real ya había pospuesto un acto de Camila programado para el martes.
Sin embargo, están reprogramando la agenda para los actos oficiales que no se pudo realizar esta semana por el motivo de la enfermedad. Camila tenía previsto visitar la biblioteca Southwater One en Telfors, ceremonia que estaba muy animada en participar para agradecer r al personal y a los grupos voluntarios locales su labor con la comunidad. El último acto que asistió la reina fue el 9 de febrero y un día antes se la vio en compañía de su esposo en una mezquita en Londres.
En estos días se conoció nuevos detalles de la coronación, será el próximo 6 de mayo, del rey Carlos y la reina Camila. Además, habrá dos procesiones reales en la capital y que se festejara, entre otras cosas, con un megaconcierto con artistas de la música pop británica, entre ellos los que ya confirmaron su asistencia es Paul McCartney y Queen. Este concierto tendrá lugar en el castillo de Windsor y que formara parte de los tres días de celebración con el motivo de la coronación.
Camila: Secretos de la reina consorte
“No fue fácil. Fui escrutada durante tanto tiempo que tuve que hallar una manera de vivir con ello. Nadie disfruta de sentirse observado y criticado durante tanto tiempo, pero al final logré superarlo y seguir con mi vida”, confesaba la duquesa de Cornualles, en las vísperas de su 75 cumpleaños, a la edición inglesa de la revista Vogue. Una muestra de ese tortuoso sendero de expiación que debió padecer una de las mujeres más detestadas por la nobleza británica, es que nunca había estado en la portada de Vogue, todo un pasaporte para la validación popular. Camilla Shand, ex Parker-Bowles, a pesar de estar 17 años casada con el heredero al trono de Inglaterra, necesitaba esta clase de gestos para lograr la bendición del pueblo inglés.
En primera plana
Estaba vestida con un traje azul marino de Bruce Oldfield Couture, uno de los diseñadores de cabecera de la malograda Diana de Gales. Este dato, que hace un tiempo hubiese sido considerado una ofensa a la memoria de Lady Di, ahora era un guiño de cercanía. La sesión se desarrolló en el “Garden Room” de Clarence House, la residencia oficial del entonces Príncipe de Gales y su esposa. El lugar era elegante y cálido como una sala de lectura. Justamente, leer es una de las pasiones de Camila, algo que la llevó a tener su propio club de lectura online y a trabajar para fomentar los hábitos lectores desde la temprana edad. Ella misma confiesa que suele leerles a todos sus nietos, los cinco de sus dos hijos, Laura y Tom, y los de su hijastro William. A los de Harry y Meghan, los autoexiliados duques de Sussex, no los menciona; pero mantiene cerca y visible un retrato de ellos en su salón. Una muestra de sus destacadas dotes de componedora, virtud que supo cultivar en sus épocas de destierro social.
“Mi marido siempre ha sido un hombre de campo. Es el lugar donde se siente más feliz y relajado”, comentó la entonces duquesa sobre su esposo, el actual rey Carlos III de Inglaterra; a quien sus nuevas actividades, obviamente, lo alejaran de “su lugar en el mundo”. También lo privarán de esas plácidas tardes en las que “ambos compartían en silencio la lectura de un libro”, según contó Camila. Ahora que sus agendas serán intensas y marcharán por separado, seguramente lucharán por mantener intacta esa conexión que supieron sostener a lo largo de décadas.
El salvataje real
El puntapié inicial para la inclusión de la duquesa de Cornualles, lo dio nada menos que la mismísima Isabel II, quien aprovechó el mensaje de conmemoración por sus 70 años de reinado para anunciar: “Es mi deseo sincero que Camila sea reconocida como reina consorte”. Un gesto de reconciliación hacia la “adúltera” que provocó una de las mayores crisis de su reinado.
Que la famosa “amante” del príncipe fuera reina alguna vez, hubiera sido impensable hace 10 años y casi imposible hace unos meses. Sin embargo, se hizo realidad. “La reina siempre ha sido pragmática y sabía que Carlos quería que Camila fuera reina. Fue parte de una planificación muy astuta esa declaración”, asegura la periodista Tina Brown, autora de “The Palace Papers”, un libro sobre la realeza británica de próxima aparición.
Para quienes la conocían bien, Isabel de Inglaterra, lucida hasta el final, supuso que Camila con su eterna dosis de buen humor, su carisma maternal, su resiliencia y su constancia, podría convertirse en el pilar necesario que unificara a la familia. De paso, sería un soporte para el rey, con poca experiencia para el nuevo rol.
Este reconocimiento tardío ayudó a muchos británicos a hacer las paces con sus sentimientos enfrentados por Parker-Bowles. En una encuesta realizada en mayo por The Mirror, el 55 por ciento de los británicos ya apoyaban a Camila como reina, contra un 38 por ciento que la rechazaba.
La actual reina consorte ocupa en la actualidad el puesto número ocho en la lista de popularidad de los “royals” británicos, un listado encabezado desde siempre por la ya fallecida Isabel II y que tiene al príncipe Andrés en el último lugar. Desde la BBC, el canal oficial, se alaba a Camila por haberse ganado a los británicos poco a poco. Entre las causas que apoyó están las que llevan adelante las organizaciones de ayuda a las víctimas de violencia de género En 2021, por ejemplo, Camila animó en un acto público a su audiencia a involucrarse en la erradicación de la violencia. Esta clase de discursos nunca fue habitual en la realeza inglesa.