Amante de los deportes invernales, las motos y la música, para Nicolás “Tacho” Riera (30) la llegada del invierno es sinónimo de descanso y relax junto a su fiel grupo de amigos. Fanático de la nieve, todos los años cumple con la tradición de viajar con los cuatro compinches que lo acompañan desde que era un niño para practicar Snowboard o esquiar.
Con una temporada con excelentes condiciones para el esqui, Nico se trasladó hasta el Cerro Chapelco y, junto a su inseparable grupo formado por Facundo Larrory, Agustín Inchausti Robles, Gastón Muras y “Grachu” Loitegui, se alojó en el Paihuén Resort de Montaña. Las bajas temperaturas no les impidieron disfrutar a full de la abundante nieve que cubría el cerro. Y cada jornada subieron a la cúspide desde muy temprano y aprovecharon hasta la caída del sol.
“Este año volví a mi primer amor, el esquí. Hacía muchos inviernos que no lo practicaba y por eso me encantó volver a subirme a los esquíes. La verdad es que la estamos pasando bárbaro con los chicos y justamente volví a esquiar en el mismo lugar en donde aprendí a dar los primeros pasos”, contó Nico desde el Sur argentino.
“Siempre es bueno tomarse unos días a mitad de año para cortar con las responsabilidades y poder distenderse. A mi la nieve me desconecta de todo”, agregó entusiasmado.
Durante su estadía en Chapelco, el grupo de amigos se divirtió no sólo sobre los esquíes, sino también haciendo piruetas en la nieve. Siempre eligieron las pistas más riesgosas y Nicolás mostró que, aunque hacía un largo tiempo que no esquiaba, el talento nunca lo perdió: “Los movimientos quedan en la memoria. Es cuestión de largarse y listo”, sintetizó Riera.