El dolor y el desconcierto primaron el sábado en el cementerio privado Jardín de Paz. La muerte de Martín Juan Blaquier sorprendió a familiares, amigos y representantes del mundo empresarial, quienes lo despidieron en Pilar. Debido a la amistad que los unía, el presidente de la Nación, Mauricio Macri (57), se acercó al lugar junto a su mujer, Juliana Awada (41), para brindar sus condolencias. El sobrino de Carlos Pedro Blaquier y el mandatario frecuentaban el mismo círculo social vinculado a su pasión por el golf y al selecto Tenis Club Argentino. De hecho, Blaquier mantenía una gran relación con Gianfranco Macri, hermano de Mauricio, mientras que el presidente también era muy amigo de Luis Blaquier, primo hermano de Martín.
El jueves 18 de febrero, el accionista de Argentina Gaming Group falleció en el Hotel Sheraton de Pilar, a los 57 años. De acuerdo al expediente judicial, fue un suicidio y se encontraron tres notas manuscritas. En una indicaba que Miguel Blaquier, su primo y gran amigo, fuera el primero en enterarse y el encargado de comunicarle la noticia a su mujer, Josefina Carlés. En su declaración, Miguel dijo no comprender los motivos que pudieran haberlo llevado a tomar tal determinación: “En ningún momento comentó tener problemas”, dijo. Según sus íntimos, Martín no tenía inconvenientes económicos ni matrimoniales. El mismo día del suicidio almorzó con amigos en el Tenis Club Argentino, donde habló normalmente por teléfono de temas laborales, y luego tuvo una reunión con tres empresarios. Antes de partir al Sheraton, donde tomó la drástica decisión, le dijo a su mujer que iría a jugar al golf y hasta se llevó la bolsa con los palos. Otro protagonista involuntario fue su primo, Gastón, a quien le pidió la escopeta Penelli UAB 750 calibre 12/70, supuestamente para “ir a cazar a patos”.
La noticia se conoció el viernes al mediodía y desde entonces su familia se refugió en el Argentino Golf Club. Sophia, su hija mayor, viajó desde Nueva York junto a su marido Jorge Domínguez (hijo del ex intendente porteño) y el pequeño Argentino, nacido en noviembre pasado. La joven acompañó el cortejo fúnebre junto a su madre, sus hermanos, Martín y Celina, y los abuelos, Graciela Taquini y Martín Carlos Blaquier.
El féretro llegó al cementerio pasadas las 16:00 horas del sábado. Entre los que se acercaron a despedirlo estuvieron Jorge Zorreguieta y María del Carmen Cerruti, padres de la reina Máxima de Holanda. Asimismo, participaron Pomi y Zoraida Awada, madre y hermana de la Primera Dama, Silvia y Jorge Neuss, Bárbara Durand, Paula Doretti y Carlotta Taylor.
Martín era el sobrino de Carlos Pedro Blaquier, el fundador y dueño de Ingenio Ledesma. Su primer trabajo profesional fue en Ledesma, hasta que algunos años más tarde decidió emprender su propio camino, lejos del ala protectora de su tío. Se desempeñó en la gasífera Camuzzi y luego a los negocios del juego con el Bingo Avellaneda, entre otros, y también abrió el hotel Sofitel de Carrasco, en Uruguay.
Entre sus familiares, se encontraban sus hermanos Virginia y Diego, sus primos, Charly, Gastón, Miguel, y su tía Nelly Arrieta; ex Presidenta del Museo Nacional de Bellas Artes. Josefina es miembro de la comisión directiva de la Asociación de Amigos del Bellas Artes y estuvo acompañada por el titular del museo, Jorge Crivelli. Ese vínculo laboral motivó que tanto a fines del año pasado como hace apenas tres semanas, el presidente visitara la institución, dando cuenta de la relación que unía ambas familias.
Como homenaje, se instaló una capilla ardiente en los jardines del cementerio y un grupo de amigos entonó canciones litúrgicas para recordarlo. Después de una ceremonia de media hora, se realizó el entierro. Sus allegados aún no salen del shock: “Martín era un señor, un gran hombre. Tuvo una vida bárbara, estaba enamoradísimo de su mujer”, confiaron desde su entorno.
El emotivo saludo final de su esposa e hijos fue desgarrador: “Siempre serás nuestro amor, agradecemos el don de haberte tenido en nuestras vidas”. Su madre, con desconsuelo, expresó: “Te despido con amor y gran dolor. Te agradezco la manera en que honraste la vida. Te voy a extrañar”.