La noche del miércoles 25 terminó de ensayar tarde y a la mañana siguiente le costó mucho levantarse. Pero Iliana Calabró es disciplinada, estricta, rigurosa, hasta inflexible con ella misma. Por eso cuando sonó el despertador saltó de la cama, se duchó y, con apenas "unos mates encima" corrió para el gimnasio. Pero lejos de mostrar algún signo de agotamiento salió de su casa con una sonrisa iluminando su rostro y llegó al WELLclub cantando. Allí ya la esperaban para comenzar con su diaria rutina de entrenamiento su coach, Paola García, y su bailarín, Fernando Castro, con quienes debutará en la pista del Bailando 2016.
"Es un gran desafío para mí sumarme a este certamen. Aunque no parezca, ya pasaron 9 años desde mi anterior participación en el Bailando. Y cuando me convocó Marcelo Tinelli, sobre el final del verano, lo dudé bastante. Yo venía de una gran exposición que no tenía que ver conmigo pero sí con mi ex marido —Fabián Rossi involucrado en la causa por 'La ruta del dinero K'— y todo el escándalo que lo rodeó. ¡Ojo! También venía de una buena temporada con Enredados... Pero habían sido días de cansancio, mucho trabajo, giras y estrés. ¡También sé que estoy más grande! Y soy consciente que iba al lugar de mayor exposición. Todos me decían '¿Te vas a ir a meter ahí? ¡Es terrible..!' Sin embargo yo he vivido momentos malísimos y siempre me he entregado. No me he escondido. Por eso pensé que cuando las cosas se encaran desde el respeto y la contención, está todo bien. Y con Marcelo, con quien jamás tuve trato fuera del programa, siento que hay un cariño y un gran respeto. Y también sé que eso te lleva a abrirte sin acordarte que está la cámara. Pero eso habla de cómo actuamos los seres humanos a partir de un detonante. La exposición depende del aquí y ahora. Y allí todo depende de Tinelli. La previa con él es un trabajo extra. Es improvización pura. Yo fui una de las precursoras en las previas. Y si yo las propuse en su momento, también me las banqué y me las bancaré...", asegura Iliana lejos de "achicarse".
Y su decisión fue tan importante que para sentirse más convencida lo consultó con sus hijos, Nicolás y Stéfano, y luego con su pareja, el empresario italiano Antonello Bardi Gandolfo. "En realidad la primera que me dijo '¡Andá!' fue mi mamá. Coca es una grande y siempre me está apoyando. En cambio los chicos lo dudaron un poco. Por el tema de la exposición en este momento de nuestras vidas y porque saben que me pierden en tiempo para ellos. Lo que hablé con todos es que no le tengo miedo a la exposición. ¡Mi familia ya está acostumbrada! Todos vivimos y nos criamos frente a una cámara. Además, yo tengo la frente bien alta y mi carrera siempre se basó en el trabajo; jamás en relaciones sentimentales o escándalos hasta que explotó el de mi ex. Pero ese fue un escándalo que yo no busqué ni provoqué. Tampoco yo especulé con eso. Como jamás especulé con mi familia. Y viví momentos muy traumáticos pero eso es parte de la vida", confiesa Iliana reflexiva, como haciendo un pequeño repaso por su historia. Una historia que hoy suma a un hombre que apareció en su vida para devolverle felicidad.
"Mis hijos ya están acostumbrados a lo que es el Bailando pero Antonello no y, como buen tano, es muy celoso. Así es que ya lo vengo preparando, contándole cómo es todo, vestuario, el corte de la pollerita... Aunque a esta altura no lo voy a cambiar. El me incentivó a aceptar la propuesta. Ovbio que yo tengo otra edad y que lo sexy lo dejo para las chicas que tienen unos cuerpos espectaculares. Yo antes era más provocadora y hoy busco otra cosa. Voy a mostrar pero lo justo porque tampoco voy a ser una monja toda tapada", advierte seductora y dueña de un físico privilegiado.
Con una sonrisa que asegura, casi como un escudo, día a día la aleja más de sus noches de lágrimas y angustia, hoy se siente una nueva mujer. "Siento que la vida fue muy generosa conmigo. Sufrí un golpe muy fuerte después de haber pensado que había encontrado el amor para toda la vida. Inesperado y en el peor año porque coincidió con la enfermedad y el fallecimiento de papá. ¡Me pasaron todas juntas! Pero mi carácter fuerte, mi trabajo y mi concentración y fe, me ayudó a salir. O a continuar mi camino. Por eso estoy convencida que éste es el arranque de la segunda mitad de mi vida. Cumpliré 50 y empecé una nueva vida. Antonello es hoy mi pareja, mi marido. Mis hijos y mi madre están bien. Tengo trabajo en teatro y televisión. ¡Ya es mucho! Aprendí a valorar las cosas en su justa medida. El año pasado me tuve que hacer cargo de muchas cosas nuevas y desconocidas para mí. No es que no tenía dinero para comer pero sí que no pude trabajar tanto como hubiera querido y me gasté los ahorros que tenía. ¡Todo el escándalo de mi ex me partió al medio! ¡Viví el peor año de mi vida y ahora siento que estoy viviendo el mejor. Después del peor año voy por la revancha...!", concluye una mujer enamorada, fuerte y dispuesta a seguir dando batalla. Aunque esta vez, para acercarse al podio del Bailando.