Bullicio, mucho bullicio. Turistas que, con la cámara al cuello, corren en busca del regalo perfecto para quienes se quedaron en casa. Autos de los años ’60, edificios como quedados en el tiempo, música y colores por todos lados. Invitada por el Ministerio de Turismo de Cuba, Luz Cipriota (32) posó para CARAS en el corazón de La Habana, en Cayo Santa María y Varadero, y habló de su excelente presente laboral y personal: “Hace mucho tiempo que tenía ganas de conocer Cuba. En un festival de cine había conocido a una actriz de estas tierras y me había contado mucho de su vida acá. Me daba mucha curiosidad este país. Sentí que este era el momento indicado para visitarlo. Me gustó todo: la gente, las playas y la ciudad vieja.”, dice.
Mientras el sol se pone sobre la transitada Plaza de la Catedral, la actriz aminora el paso para contemplar el mágico atardecer. Con mirada risueña, se imagina un futuro no tan lejano en esta isla del Caribe. Ya no como turista, sino como artista haciendo lo que mejor saber hacer: actuar. “El cine acá es muy fuerte. Durante el Festival de Cine de Cuba, la gente hace cuadras y cuadras de cola para ver las películas que se presentan. Sé que tienen muchas limitaciones a la hora de lo audiovisual y me parece que desde la industria tenemos que apoyarlos. Me encantaría venir a trabajar en una producción cubana sin lugar a dudas. Hasta aprendería la tonada si ese fuera un requisito (risas)”, confiesa.
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En el trayecto de regreso al Hotel Nacional, se cruza con varios argentinos que al verla la reconocen inmediatamente. La gran mayoría alaba su labor en el unitario “El Maestro”, donde en el papel de Bianca logró que el público la mirara con otros ojos.
“Es muy loco porque vi el último capítulo en Cuba. Hace mucho tiempo que no me pasaba que mis vecinos me dijeran: ‘Luz te quería felicitar. ¡Que bueno tu trabajo!’ Cambió totalmente la percepción del público para conmigo. Fue un personaje que me permitió dar lo mejor de mí como actriz”, asegura.
Para la mini serie de Pol-ka, en la que compartió set con Julio Chávez (61) e Inés Estévez (53), tuvo que aprender en tiempo record a bailar en puntas. “A mi esos desafíos me encantan. Me pongo un objetivo y lo cumplo. En este caso tenía tres profesores al mismo tiempo para lograr que mis movimientos fueran los de una bailarina experimentada. También consulté una nutricionista para hacer una dieta como las que hacen los profesionales de la danza. Yo necesitaba sentir lo que era no poder comerte el alfajor que tenes ganas, como le sucede a todas las bailarinas”, revela.
El 2017 fue un año de mucho trabajo para Luz, quien antes de llegar a La Habana disfrutó las playas de Varadero y Cayo Santa María y contempló extasiada el mar turquesa. Los días de relax le sirvieron para recargar energías y enfrentar un año que llega repleto de proyectos. “Jamás me quedo en mi casa esperando que suene el teléfono. Yo siempre digo que mi trabajo es buscar trabajo. No me puedo relajar mientras estoy haciendo algo, porque al poco tiempo ya no lo tengo más. Si uno quiere vivir de esto tiene que moverse. Yo no me aguanto mucho tiempo sin hacer nada, soy bastante ‘workaholic’. Disfruto lo que hago aunque implique levantar a las 6 de la mañana para salir a grabar”, reflexiona.
Mientras tanto, toma clases de canto y actuación para seguir creciendo como artista, y practica danza jazz para mantener su figura. No usa agenda porque, según ella misma dice, sus días carecen de una rutina fija. En 2018, la actriz fantasea con instalarse una temporada en España. “Me interesaría mucho trabajar en ese mercado. Hace poquito fue unos meses allá para conocer y charlar con varios representantes. Desde el minuto uno me sentí como en casa. Sueño con ser dirigida por Pedro Almodóvar”, confiesa.
Hoy su prioridad es su profesión. Tras su separación de Dante Spinetta (40) en 2015, no se le conoció pareja. “Estoy sola y en mi mejor momento. Esto no quiere decir que no ame la vida en pareja. Siento que cuando estoy pasando un momento lindo es aún más lindo si lo puedo compartir con alguien. Cuando me enamoro doy todo por la otra persona. No sé lo que es ir despacio. Si quiero estar con alguien, lo hago”, revela.
No cree en los príncipes de cuentos y tampoco se desesperada por encontrar al indicado. A la hora de la conquista no tiene muchas pretensiones, solo que el hombre que se gane su corazón entienda su profesión y no la cele. “Es importante que entienda que es un trabajo que tiene particularidades que otros no. Por ejemplo, irte dos meses a otro país por algún proyecto concreto o entender que me tengo que dar besos con otra persona. Soy actriz, si te gusta buenísimo y si no, vamos a tener un problema. Yo no voy a dejar de trabajar por nadie”, dice.
Tiene más de diez años de trayectoria pero no se duerme en los éxitos y demuestra, proyecto a proyecto, su versatilidad como actriz. Bella, decidida y apasionada por los desafíos que la obligan a dar lo mejor de sí misma, Luz Cipriota se prepara para dar su próximo paso. “Cuando me llega un personaje me tengo que enamorar de el. Tiene que haber algo en esa propuesta que me queme por dentro. Si no me da ganas de levantarme para ir hacerlo, entonces no vale la pena”, concluye.
por Delfina Ortega Nodar
(desde Cuba)
(Producción: Fernanda Vaudagna)
ERNESTO PAGÉS.
Agradecimientos: Ministerio de Turismo de Cuba
para el Cono Sur. Operadores del Pool de Cubana de Aviación. Carolina Cicerchia RRPP. Coordinador del FAM Press: Adriana Gorosito. Las Pepas. Cipitria. Nikka. Compañía de Sombreros. Kallalith. Akiabara. Salman. Le Loup. Rosh.
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