Junto a su esposo, Juliana Awada (44) volvió a destacarse en el rol que tan bien oficia: el de cálida anfitriona. Y es que la primera dama y el presidente Mauricio Macri (59) recibieron la visita de la princesa Astrid de Bélgica (55), quien llegó al país con más de 134 empresarios belgas, además de seis ministros de las regiones de Valonia y Flandes.
La audiencia tuvo lugar en el Salón Blanco de la Casa Rosada y, como parte de la agenda de la visita oficial, también hubo otros 340 encuentros de negocios, además de seminarios sobre ciudades inteligentes, tecnología nuclear y aeroespacial, energías renovables y derechos humanos, entre otros temas.
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Sobria y al mismo tiempo “chic”, la primera dama argentina lució un conjunto “total black” de falda larga y polera, del diseñador Juan Hernández Daels, que llevó con un cinturón al tono—en charol y con importante hebilla en dorado, al igual que sus brazaletes—y el cabello suelto, con ondas al agua. Astrid, por su parte, sorprendió con una apuesta moderna, fresca, y con los colores pasteles, al optar por una falda verde a la rodilla, que combinó con una chaqueta rosa y chalina lila.
Según trascendió, la decisión de la princesa Astrid de elegir la Argentina resulta muy relevante para Bélgica, debido a que la Casa Real sólo organiza dos visitas oficiales por año. Una de ellas tuvo como destino Buenos Aires y Montevideo, mientras que la siguiente será a Marruecos en el mes de septiembre. La visita de la princesa, además, dará un impulso importante a las relaciones bilaterales ya que el intercambio comercial entre la Argentina y Bélgica es muy bajo: de apenas 450 millones de dólares.
“La Argentina está buscando volver a ser un actor relevante en el comercio global”, aseveró el embajador belga, Peter Madden, y agregó que “esta visita demuestra que el país tiene muchos atractivos”.
En el marco de una gira económica y con el fin de incrementar el intercambio entre ambos paises, Astrid recibió el diploma que la distinguió como “Visitante Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. El autor de la iniciativa y Vicepresidente I de la Legislatura, el diputado Francisco Quintana, encabezó el evento realizado en el salón “Canciller” del Hotel Alvear.
En su paso por Buenos Aires, la soberana también recibió un presente de manos de la vicepresidente argentina, Gabriela Michetti, quien le obsequió a la princesa, amante del arte, un cuadro de Patoruzú, en virtud de cumplirse 90 años del célebre personaje ícono de la cultura y tradición argentina. ¿El motivo? Bélgica es considerada un exponente mundial de la historieta, al ser la cuna de personajes como “Tintín” y “Los Pitufos”, entre otros.
En la misma semana, Juliana también mantuvo en la Quinta de Olivos otro cálido encuentro con la embajadora de Dinamarca, Grete Sillasen. Pelota en mano, a la que estampó su firma, la Primera Dama brindó así su apoyo a la Liga del Potrero Femenina.
“Este un proyecto muy lindo con el que, a través del deporte, alrededor de 300 chicas de barrios vulnerables aprenden sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, fomentando valores como el cuidado del medio ambiente, el acceso al agua potable, la igualdad de género, el acceso universal a la educación entre otros”, escribió Awada en su perfil de Instagram, donde compartió con sus seguidores imágenes de su reunión con dicha embajadora. Ataviada con jeans Oxford, camisola bordada estilo “hippie chic” y un blazer corto azul francia, Juliana volvió a dar cátreda de elegancia y buen gusto.