La pasión no es algo que se pueda conseguir. Se tiene o no se tiene. Se nace con ella. La pasión se acrecienta con hacer lo que uno ama. Gretel Schneider es un ejemplo. Desde chica se apasionó por el comercio, especialmente de zapatos, que hoy se ha convertido en su mundo.
"Está todo expuesto, porque la idea es que sea una propuesta distinta y que el cliente recorra con tranquilidad viendo todos los modelos exhibidos con sus precios".
“Soy de Crespo, Entre Ríos, y de chica vivía en el centro de mi ciudad porque mi papá era comerciante. Frente a mi casa había una zapatería a la que yo me cruzaba todo el tiempo, hasta que un día el dueño me dijo que por qué en vez de ir a mirar no me ponía a trabajar. Yo tenía 13 o 14 años y él nunca se imaginó que yo le iba a decir que sí".
"Y ahí empezó mi vida en el mundo de los zapatos. Iba al colegio y los fines de semana trabajaba en la zapatería del barrio de mi ciudad”, cuenta Gretel que, desafiando los consejos de su madre de que estudiara Administración de Empresas, se decidió por Mecánica Dental.
"Llegué a Rosario en marzo de 2009 con nada, a empezar de cero y comencé a trabajar en una empresa que vendía al por mayor y los pares que sobraban los ponían en un outlet recién abierto y del que yo me hice cargo. Me dieron la libertad de hacer muchas cosas a mi manera y por eso estoy súper agradecida".
"Fue una gran escuela y tuve grandes maestros. Hasta el 2014 abrimos 13 locales en distintas ciudades del país. Eran todos hechos a mi manera pero, obviamente, con la plata de mi jefe. Yo solo era una empelada apasionada por mi trabajo”, cuenta Gretel que en una visita a sus hermanas en Santa Fe, se dio cuenta de que allí era el lugar para abrir otro local.
“Vi una casa enorme que me dio un flechazo. Lo llamé a mi jefe para decirle de poner un local en Santa Fe y me dijo que hiciera el estudio de mercado y se lomostrara. Cuando llegué a Rosario con toda la información me dijo que lo pusiera yo, pero no tenia dinero".
"Entonces, tan confiada estaba de que era un buen negocio, que saqué un crédito y mi jefe me vendió la mercadería en cuenta corriente. Así inauguré en 2012 mi propio local en Santa Fe en la calle San Jerónimo 3242”, cuenta Gretel que, luego de tener que cambiar el nombre por desavenencias con quien era su proveedor, hoy ha mudado aquel primer negocio a una casa más grande, de 400 m2, en Boulevard Gálvez 1870 y desde 2017.
Hoy, en la nueva casa del Boulevard Gálvez , Gretel cuenta con varias habitaciones, cada una con un estilo diferente de mercadería. “Mucha variedad en zapatos de diferentes líneas y marcas, otra habitación con bikinis, otra con ropa, carteras. Está todo expuesto, porque la idea es que sea una propuesta distinta y que el cliente recorra con tranquilidad viendo todos los modelos exhibidos con sus precios".
"Me atreví a soñarlo a imaginarlo y a trabajar duro por conseguirlo. Soñaba con tener mi marca, mis diseños y siempre pensé que nada es tan grande como para no intentarlo. Esta temporada se dio y pude concretar el diseño de mis zapatos. Hoy presento mi marca, también llamada Gretel, son diseños exclusivos, todos de cuero, forrados en cuero, muy femeninos con detalles".
"No diseñé cosas locas como es más mi onda por la situación del país. Me incliné por algo fino, elegante y con estilo. La idea es no solo tenerlos en mis locales sino venderlos a distintas zapaterías del país y tenerlos en las mejores vidrieras”, concluye Gretel que hoy también en Santa Fe ha encontrado el amor con quien quiere formar una hermosa familia.
Para conocer la propuesta de esta temporada:
Conoce más ingresando en www.gretel.com.ar o en sus redes de Instagram y Facebook.
https://www.instagram.com/p/BphQGkdBXuz/?taken-by=gretel_zapatos