Cuando pensamos en un proyecto, o cuando nos llega una propuesta, nos pueden pasar dos cosas: que eso esté dentro del espacio conocido al que llamamos “zona de confort”, o que nos represente un real desafío...
La “zona de confort” es un lugar conocido donde todo está ¨bajo nuestro control¨ (o eso creemos). En esa zona de confort no hay ansiedad ni miedo dado que no corremos riesgos….pero tampoco hay posibilidades de crecer. Todo nos es conocido allí. Nos sentimos a salvo porque todo nos es conocido (todo lo bueno…y todo lo malo).
Dentro de nuestra zona de confort existe un abanico limitado de conductas, creencias y afectos que nos permiten mantenernos tranquilos y desarrollarnos ¨adecuadamente¨ en los distintos aspectos de nuestra vida, sin asumir riesgos que puedan generarnos ansiedad, incertidumbre o miedo.
El temilla es que todo aprendizaje está fuera de nuestra zona de confort…
…Entonces, ¿cómo hacemos para salir de ahí?
Dar el primer paso para emprender el camino nos puede conducir a una gran meta: alcanzar nuevos saberes y conocimientos, sentirnos realizados en algún aspecto: lo que se conoce como ¨zona de crecimiento¨.
Tal vez el camino no será sencillo y, en el inicio, nos puede invadir el temor a lo desconocido cuando nos encontramos en la llamada zona de miedo. Tendremos que trabajar con nuestra auto-confianza, lidiar con nuestras propias excusas y entender que las opiniones de los demás…son de los demás.
Pero si continuamos con nuestro esfuerzo hasta llegar a la zona de aprendizaje, podremos ver cómo nuestra situación puede mejorar, ese temor que teníamos se desvanece y comenzaremos a disfrutar de un nuevo lugar. Nuestras nuevas habilidades y la meta estarán más cerca de lo que pensábamos. Sólo hay que animarse, ¡hay mucho por alcanzar!
Si necesitás ayuda para salir de tu zona de confort, escribime a [email protected]
¡Buen camino!
Lic. Diana García Dilba
Psicóloga e Hipnoterapeuta
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