viernes 29 de marzo del 2024

Neuralgia del Trigémino: cuando el dolor es más fuerte

"Todos los exámenes complementarios o estudios diagnósticos estarán más que nada orientados a descartar causas secundarias del dolor o que sean otras entidades que generan dolores similares". Galería de fotosGalería de fotos

Pocas veces en la profesión uno ve un dolor tan intenso, tan incapacitante como la neuralgia del trigémino. Con todos los pacientes con esta dolencia que uno conversa se escucha mas o menos lo mismo: no se la desean ni a su peor enemigo, y en los momentos libres de síntomas, les aterra la posibilidad de que les vuelva a doler. Inclusive llegan a la consulta luego de haberse extraído una o más piezas dentarias, que por supuesto no lograron tratar el dolor.

La neuralgia del trigémino forma parte del espectro de algias craneofaciales. La neuralgia clásica es generalmente unilateral, dolor brusco y desgarrador en una o dos de las 3 ramas del nervio trigémino (la segunda rama es la más frecuentemente afectada en un 60 - 80%, seguida de la tercer rama, siendo muy poco frecuente la afección de la primera), y puede devenir espontáneamente o gatillada por estímulos mínimos, cómo hablar, cepillarse los dientes, el tacto, el frío o el calor; y puede estar separados por intervalos libres de dolor de duración variable.

La primer medida es hacer diagnóstico de neuralgia del trigémino clásica (85% de los casos) de casos como la neuralgia postherpética, neuralgia del esfenopalatino, glosofaríngeo, del ganglio geniculado; o patologías secundarias como tumores de base de cráneo con compromiso de nervio por infiltración o compresión, la esclerosis múltiple, fenómenos infecciosos dentarios o sinusitis, lesiones de la articulación temporomandibular, y otras entidades que pueden dar dolores similares (incluso una jaqueca o la cefalea de horton pueden presentar dolores similares)

El diagnóstico es principalmente clínico. Todos los exámenes complementarios o estudios diagnósticos estarán más que nada orientados a descartar causas secundarias del dolor o que sean otras entidades que generan dolores similares. La resonancia magnética de cerebro en un resonador de alto campo con cortes finos puede poner en evidencia la causa más conocida de la neuralgia clásica, qué es la compresión neurovascular del nervio en sus primeros 3 mm desde la salida del tronco encefálico, más frecuentemente por la arteria cerebelosa superior, y en otros casos por venas, y cambios de intensidad de la señal del nervio.

Es de destacar que puede estar presente la compresión pero no ser objetivada por el estudio. Lo más importante de la resonancia es descartar lesiones secundarias, como infecciones, lesiones inflamatorias (esclerosis múltiple) o tumores.

Una vez hecho el correcto diagnóstico, el tratamiento siempre tiene que ser iniciado de forma farmacológica. El medicamento de elección siempre tiene que ser la carbamacepina, incluso la gran respuesta del dolor al medicamento se considera criterio diagnóstico. Hay que comenzar con dosis muy bajas e ir incrementando de forma progresiva, para que el paciente pueda tolerar adecuadamente la medicación.

Son drogas fuertes y pueden generar efectos adversos, además de tener que realizar monitoreos de laboratorio. La droga tiene gran efectividad en la remisión total del dolor, pero a largo plazo puede generar tolerancia con el tiempo, y caer hasta un 40% su eficacia.

Cuando el tratamiento farmacológico no alcanza o fracasa, ahi recien se puede hablar con el paciente acerca de los tratamientos quirúrgicos que disponemos. En caso de paciente jóvenes o que puedan tolerar una intervención quirúrgica (no tener cardiopatías severas, problemas respiratorios o estar antiagregado o anticoagulado), lo más recomendable es la cirugía de descompresión neurovascular, que con la ayuda del microscopio quirúrgico se localiza el nervio trigémino, el vaso qué le genera la compresión,  descomprimirlo y separarlos con un implante de teflón.

Este procedimiento es efectivo en un 80 - 90% de los casos, con una efectividad a los 10 años de un 80%. Es el procedimiento de elección. Cuando no es una posibilidad la cirugía, se puede realizar la neurolisis transoval por radiofrecuencia, qué es colocar una aguja por vía percutánea en el nervio bajo visión radioscópica, y realizar una termocoagulación a 65 - 70°c en una a 3 sesiones, logrando una efectividad del 70 - 80%, y 60% a 10 años

Es llamativo cómo una persona dominada por su dolor al punto tal de que comienza a deprimirse y  excluirse socialmente, al no poder ni siquiera hablar, sienten un alivio tan inmenso, sienten que han revivido. Es uno de los casos en donde uno siente plena satisfacción al ayudar a una persona.

Para contacto: [email protected] // Dirección del Sanatorio Británico Jujuy 1540 7mo piso te (0341) 4229755/56.

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