Compartí esta nota
En el punto central de la Ciudad de Buenos Aires, Emilio Mitre y Rivadavia, en pleno barrio de Caballito , existe una manzana poblada de colegios prestigiosos y una Iglesia centenaria, Santa Julia.
Dentro de ese espacio cultural y religioso emerge un lugar maravilloso destinado a la gastronomía, EL PATIO RAGÚ.
Una casona oculta con arquitectura medieval sobre una lomada con de piedras grises rodeadas con marcos y puertas de madera de color rojo impactan a su primer contacto visual.
Ya estamos aquí, Victor Martinez 42, entrá y disfrutá.
Sus precios ajustados a nuestra realidad ofrecen una gama amplia de productos para todo momento del día.
Ingresamos en un deck y ya dentro de su salón encontramos la calidez y el confort que veníamos a buscar . A lo lejos divisamos su patio semicubierto con características únicas, que promueven espacios de recreo.
Elegiremos el lugar apropiado.
La atención nos hace sentir en la casa soñada, en el espacio apropiado para la reunión entre familiares, amigos y cercanos.
Porque en realidad en un lugar destinado al encuentro alrededor de una mesa bien servida en variedades de platos simples y elaborados desde las abundantes tablitas de carnes y verduras asadas, variedad de hamburguesas, pizzas, ensaladas , milangas y hasta opciones veggiess y sin tacc , con pastelería propia , postres exquisitos y una cafetería de excelencia.
El Patio Ragú es un espacio elegido para todo tipo de festejos, desde cumpleaños, comuniones, casamientos íntimos y hasta reuniones de toda índole.
Sólo hay que reservarlo al 1157544954.
Es un recinto plenamente inclusivo que recuerda emociones pasadas y renovadas en la empatía que el espacio otorga. Y tiene su razón de ser porque por esos espacios culturales y religiosos han transitado cientos de personas durante el transcurso de su vida. Vivencias , sentimientos, vínculos profundos que dan raíz al recuerdo en el encuentro permitiendo la gratificación del alma.
Desde temprano con el desayuno , viene el almuerzo que en la semana se hace estudiantina, nos detenemos en la merienda reparadora y culminamos en la cena apenas iniciada la madrugada.
Los esperamos con o sin reservas en calquier momento del dia.
¡BIENVENIDOS al PATIO RAGU!
